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"Renacimiento" |
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SANTIAGO.- La Fuerza es la energía que mueve al universo de “Star Wars” y la responsable, para los fanáticos, de que la saga galáctica creada por George Lucas haya trascendido más allá de las sala de cines.
Comics, dibujos animados, juegos de computador, han nacido gracias a la devoción de los seguidores de la serie fílmica nacida en 1977.
Incluso, los más leales seguidores de los caballeros Jedi han convertido su idolatría en cortometrajes inspirados en la saga, muchos de los cuales se pueden encontrar
theforce.net, una comunidad virtual de fanáticos de La Guerra de las Galaxias.
La moda ya llegó a Chile, gracias a “Star Wars: Renacimiento”, un proyecto encabezado por Inti Carrizo-Ortiz, un estudiante de cine del Instituto Arcos que decidió convertir en realidad un sueño que tenía desde niño, cuando vio por primera vez la producción protagonizada por Luke Skywalker y compañía.
Inspirados por un Sith
La idea siempre había estado en su cabeza, incluso reconoce que su decisión de estudiar cine se debe a la saga de George Lucas, pero el impulso final para realizarla lo encontró el año pasado, cuando fue uno de los cientos de admiradores de la obra de Lucas que esperó largas horas en los cines para ver “La venganza de los Sith”, la última parte de la nueva trilogía galáctica.
Carrizo-Ortiz recuerda que al sentir el entusiasmo que había ese día, se dio cuenta que era posible realizar una producción nacional basada en los Jedi. Su primer paso fue redactar un ensayo de guión y someterlo al escrutinio de los fanáticos en un foro de Internet.
La idea generó expectación y rápidamente surgieron interesados en participar en el proyecto, al final se formó un grupo de 30 personas aproximadamente provenientes de distintas áreas como el diseño gráfico o la ingeniería.
La historia
La trama de “Renacimiento” está ambientada en la época que separa a las dos trilogías originales y su protagonista es Drellis, un antiguo caballero Jedi que se convierte en “ejecutor imperial” luego de que su orden es acusada de traición y su misión es exterminar a sus antiguos compañeros.
Él deberá enfrentarse a su antiguo camarada Keyor Alleguis, un fugitivo renegado.
La producción dura 30 minutos y en su realización han tenido la ayuda de Lucas Film, que suele apoyar este tipo de iniciativas siempre que no tengan algún fin de lucro, que les ha permitido usar, por ejemplo, la música que John Williams compuso para los largometrajes y les ha dado acceso a algunos archivos para los efectos especiales.
El Instituto Arcos, además, les ha prestado un estudio con fondo verde para las escenas con efectos especiales: de Enaer, que les ha facilitado algunas locaciones, y el resto lo han aportado ellos mismos con “ingenio y harto trabajo”, como dice el director.
Inti Carrizo-Ortiz adelanta que el cortometraje, según el programa de trabajo que tienen, estaría listo en mayo, un mes emblemático para los fanáticos de Star Wars porque ha sido la fecha escogida para estrenar todas las partes de la saga, pero se niega a dar más detalles del lanzamiento argumentado que forma parte de una serie de actividades que se están organizando para esa fecha. Lo único que adelanta es que el trailer con las primeras imágenes estará listo en marzo.
Más que un hobbie
Carrizo-Ortiz y su equipo reconocen que a muchos la idea de que un grupo de chilenos esté haciendo un corto basado en la obra de Lucas les pueda parecer divertida y pongan en duda el resultado que tendrá su trabajo, pero asumen el desafío y se defienden diciendo que la producción de “Renacimiento” no se la han tomado sólo como un hobbie.
Las grabaciones, por ejemplo, sólo han podido realizarlas los fines de semana porque la mayoría de los involucrados en el proyecto tiene otras obligaciones durante la semana y muchas de las armas y elementos de la película han sido donaciones de ellos.
El fanatismo por “Star Wars” ha sido la motivación que han tenido para trabajar estos meses y los resultados recién se conocerán en mayo, pero ellos están confiados en que su esfuerzo tendrá frutos y en que… la fuerza los acompañe.
