"Queremos salir del rock under"

En dos años este grupo chileno pasó de cantar en inglés a hacerlo en español y de vestirse de lycras a concentrarse en la música. Como resultado, acaban de lanzar Nuevos tiempos, un disco metalero y competitivo grabado con el productor estadounidense David Prater. "La banda estaba buena, pero (a nivel internacional) había muchos como nosotros", dicen. "Entonces él sugirió que cantáramos en español".


Javiera Álvarez

Una carrera en construcción: Chaz Thomson (voz), Carlos Otto (guitarra), Javier Bassino (guitarra), Diego Bombardiere (batería) y Carlos Cid (bajo) son Fahrenheit y se lanzan con segundo disco (fotos: Sello Azul).

Fahrenheit se perfila a lo grande. Acostumbrados a trabajar a la distancia, han producido parte de sus dos discos en Estados Unidos. El primero, titulado Chain reaction (2004), con el sello Perris Records, y el segundo, Nuevos tiempos (2006) con el excéntrico productor David Prater, que trabajó con Dream Theater y tocó alguna vez con Santana.

Nuevos tiempos pretende precisamente demostrar eso: un cambio. Aburridos de lo más under de la escena nacional, Chaz Thomson (voz), Carlos Otto (guitarra), Javier Bassino (guitarra), Diego Bombardiere (batería) y Carlos Cid (bajo) quieren perfilarse como un grupo más masivo para "no desaparecer" como el resto de las bandas del circuito subterráneo.

–¿Cómo ha sido el proceso de transformación?
"Ha sido largo", dice el bajista. "Cambios en materia musical, en el tema de las letras y en la parte estética. Al comienzo del grupo, cuando yo todavía no llegaba, se vestían con lycras, laca en el pelo y maquillaje. Hay unas fotos que dan mucha risa. Yo fui el único que se salvó de eso, al resto le da mucha vergüenza. Había gente a la que le encantaba ese estilo, pero a nosotros no, era como una broma. Queríamos perfilarnos como una banda de rock seria con proyecciones. No una cosa como para decir: ‘oye, ¿te acordai de esos gallos con laca?’"

–¿Cómo se dio esa renovación?
"Cuando terminamos el primer disco y ya lo habíamos promocionado, estábamos conscientes de que teníamos que dar un paso si queríamos dedicarnos a esto de verdad. Teníamos que llevar la música a un siguiente nivel y no iba por el camino que estábamos tomando. Seguíamos tocando en las mismas partes y las mismas canciones, pero toda la estética y la forma de pensar del grupo cambió".


Productor importado

Está registrado en la bitácora del sitio web del productor musical estadounidense David Prater. "Pasó ocho meses en Santiago, Chile, y en Nashville, Tennesee, escribiendo y produciendo el disco debut exclusivamente en español de Fahrenheit", dice. Prater fue el hombre contactado por el grupo para hacerse cargo de la producción de Nuevo tiempos.

No fue una elección al azar. El hombre ha producido dos discos de la influyente banda de metal progresivo estadounidense Dream Theater, Images & words (1992) y Change of seasons (1995), además de dos discos del grupo de pop metal Firehouse en 1990 y 1992, y de rarezas como un disco de la cantante Ronnie Spector (Unfinished business, 1985) y hasta una participación en la banda de Carlos Santana en 1976.

"Queríamos trabajar con un productor y nos gustaba mucho el trabajo de David", explica Carlos Cid. "Era un gallo extremadamente talentoso que había producido a Dream Theater, a Firehouse. Fue tan simple como que Javier (el guitarrista) se metió en Internet y dio con su mail. Le mandó un correo sin demo ni nada y respondió".

–¿Cómo siguió la relación?
"Primero fue por Internet y David se empezó a impacientar porque no conocía a estos gallos de Chile, y menos a Chile. Y nos dijo que si realmente queríamos hacer algo serio teníamos que llegar a un acuerdo. Entonces concretamos las cosas y le mandamos el disco. No le gustó para nada, pero encontró que teníamos potencial. Ahí empezamos a conversar entre nosotros porque trabajar con él implicaba un gasto de plata muy grande, resultó que dimos el sí y juntamos lo que necesitábamos durante un año. Y en un momento en que lo pillamos volando bajo, le pedimos que viniera y llegó el 3 de enero del 2005".

–¿Prater dio la idea de que el grupo tocara en español?
"Al principio íbamos a tocar todo en inglés. Los planes eran de irnos a Estados Unidos y hacerlo todo allá. Pero una vez íbamos caminado con David –él estaba con varios copetes encima– y nos dijo: ‘hay más probabilidades de que ustedes sean astronautas a estrellas de rock en Estados Unidos’. Lo que pasaba es que la banda estaba buena, pero no había nada que la hiciera mejor que la media de todos los grupos, había muchos como nosotros. Entonces este gallo sugirió que lo hiciéramos en español para marcar la diferencia, porque no había ninguna banda precedente como nosotros".

–¿Qué tal fue trabajar con él?
"A pesar de ser un productor gringo, el trabajo fue súper a la chilena. Incluso se quedó en mi departamento, que es común y corriente. Entonces nos prestaron la sala de música de un colegio en Las Condes, que era muy sencilla, llevamos los computadores y nos pusimos a trabajar. Eran unas jornadas muy largas. Incluso un tiempo a David le dio por quedarse a dormir ahí y se metía en un closet donde guardan los instrumentos. El gallo es muy excéntrico y muy loco, pero es genial. Compusimos y arreglamos los temas durante tres meses, él fue como un director de orquesta que nos guió en estructurar las canciones y limpiarlas. El disco se terminó en grabar en Estados Unidos en noviembre, porque no alcanzamos a hacerlo acá. Recién en junio del 2006 teníamos el disco listo para promocionarlo".

–Prater trabajó con Dream Theater. ¿Contactarlo fue por querer tener algún vínculo con ellos?
"No. Musicalmente no tenemos mucho que ver con ellos, nos gusta el grupo, nada más. Pero eso es lo bueno de este gringo, que trabaja con muchos estilos, una vez produjo a un grupo africano. Entiende la música. Por sobre todo el aprendizaje musical, que nos va a quedar por siempre. Cada uno ganó mucha experiencia".


El salto de Fahrenheit

Con su último álbum en mano y después de varios portazos en las multinacionales, Farenheit recibieron la oferta del sello Oveja Negra, nacido el año pasado bajo el alero de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor, SCD. La iniciativa opera como una distribuidora de discos más que como una casa grabadora y se dedica a promover trabajos recientes de grupos con trayectoria que –después ser editados– no han contado con difusión. Por eso, como regalo de Navidad, el disco se encuentra a la venta desde fines de diciembre bajo la protección de la nueva casa disquera.

–¿Por qué hacer el disco antes de buscar el sello?
"Acá en Chile es imposible que un sello te contrate para hacer un disco".

–¿Pero después se les abrieron las puertas?
"Se nos abrieron, nos escuchaban y después nos mandaban pa la casa. Fue horrible. Al principio estábamos muy motivados con el disco. Pensábamos que nadie nos iba a decir que no. Nos juntábamos con (sellos) multinacionales, nos tenían 45 minutos esperando para entrevistarnos con gente que no sabía de música. David incluso se enojó, llamó al gerente de EMI y el gallo quedó helado. Fuimos a unas reuniones y nos dijo que el disco estaba increíble. Pero justo cuando íbamos a firmar el contrato, nunca más nos llamaron. No pasó nada. Entonces llegó la oferta de Oveja Negra. Ellos se mostraron interesados, nos encontramos con gente comprometida y en la misma parada que nosotros. No quisimos ratonear más y aceptamos, no lo pensamos ni cinco minutos".

–Fahrenheit es una banda con poca trayectoria y Oveja Negra está dedicado a grupos de camino recorrido ¿El sello hizo una excepción con ustedes?
"Sí, además somos la única banda de rock. Ellos confiaron en el trabajo que teníamos, vieron que nos creíamos el cuento y necesitábamos ayuda".

–¿Cuáles son los efectos de Oveja Negra?
"Que la música realmente llega a la gente. Eso era lo que más nos molestaba, era super difícil que la gente comprara los discos".

–¿Cómo es la escena musical rockera, tienen afinidad con otras bandas?
"Sí, tenemos bandas amigas que provienen del under. De tocar en bares chicos canciones que no se escuchan en las radios, con un público fijo. Nosotros lo que queremos es salir de ahí para hacerlo más masivo. Es muy triste ver que tus amigos que de a poco dejan de ensayar y de componer y después desaparecen. Esa es la historia de las bandas de rock chileno. Del rock de verdad".

–¿Cómo definen al público under?
"Es gente super fiel, que llena los locales. Pero con este salto perdimos gran parte del público, los gallos sienten que los traicionamos. Algunos ni tenían el disco y pensaban que teníamos que estar a su servicio. Pero da lo mismo, en algún momento más gente se va a interesar en nosotros. Ahora estamos en esa muda de piel, todavía estamos considerados como una banda de rock under, pero estamos saliendo de ahí. Nos sentimos como en un limbo".

–¿Sus próximos proyectos?
"Promocionar este disco al máximo y empezar a tocar en marzo con todo. Abrir y el espectro del público para que se conozcan los temas, y no llegar necesariamente sólo a gente rockera".

–¿Creen que hay más posibilidades de salir fuera de Chile?
"Inevitablemente, por cómo funciona la música en Chile, hemos pensado en irnos. Nos gustaría hacer las cosas desde acá, pero nadie ha demostrado lo contrario. No sé si el plus de David nos ayude en algo, pero ésa es nuestra pretensión. Es difícil porque al rock le cuesta más, pero hemos pensado en un año más irnos a México. Acá la cosa se torna desmotivante, las posibilidades de tocar son limitadas, nosotros no queremos dejar esto y que se convierta en una pichanga del domingo. Queremos vivir de esto".

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