VARSOVIA.- El famoso tenor español Plácido Domingo modificó su agenda de actuaciones para poder interpretar mañana el "Réquiem" de Verdi, en memoria de Juan Pablo II en el primer aniversario de su muerte.
"Yo debería actuar mañana en París según el calendario que tenía, pero preferí venir a Varsovia para rendir aquí homenaje al Papa Wojtyla, una de las más grandes figuras de la historia del mundo", declaró Domingo en rueda de prensa en el ayuntamiento de la capital polaca.
"Para mí es un extraordinario honor formar parte de aquellos que se inclinan con admiración y amor ante el recuerdo de Juan Pablo II, y de aquellos que rezarán por su bien", añadió el tenor.
El programa del concierto preveía al principio la interpretación del "Réquiem" de Mozart, pero al final, se acordó que se ejecutará el "Réquiem" de Verdi.
Plácido Domingo estará acompañado por la orquesta "Toscanini", dirigida por Maurizio Roy, y por el Coro de la Filarmónica Nacional de Varsovia.
"Esta vez nosotros no rezaremos, como antes, por el Papa sino al Papa y por lo que pueda hacer por el bien del mundo", añadió el tenor español.
Plácido Domingo recordó que el Papa Juan Pablo II consiguió dar un nuevo vigor a los lazos de la juventud con las enseñanzas del cristianismo y convertirse en esa estrella que necesitan tener los jóvenes para saber cómo deben navegar por la vida.
"Yo personalmente canté tres veces para el Papa polaco, la primera vez en México, la segunda en el Parque Central de Nueva York y la tercera en el Vaticano, aunque también ejecuté en su presencia una canción que tenía uno de sus poemas como letra", dijo Domingo.
El tenor español recordó con emoción que el Papa le recibió en cierta ocasión con toda su familia y que lo vio por última vez en la ciudad italiana de Ancona.
La actuación de Plácido Domingo tendrá lugar mañana domingo por la noche en el Gran Palacio de la Ópera y el Ballet de Varsovia.
Miles de polacos también podrán seguir la actuación del tenor en pantallas gigantescas durante la misa solemne en homenaje al Papa que se celebrará en la Plaza de J. Pilsudski.
En esa plaza fue precisamente donde Wojtyla pidió al Espíritu Santo en una de sus peregrinaciones que descendiese para cambiar la tierra polaca, palabras que se identifican como el comienzo del fin del régimen comunista en Polonia.