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Joaquín Sabina:
"Ni alivio, ni luto, ni carajo: estoy haciendo otra vez canciones" 5/4/2006

05 de Abril de 2006 | 00:00 |
Escuchar tema Escucha "Pájaros de Portugal" (Alivio de luto, 2005)

A las puertas de dar dos conciertos ya agotados en el Teatro Caupolicán, el cantante español se explayó en su rueda de prensa acerca de su nuevo ánimo, su nuevo disco Alivio de luto, sobre cómo lo emocionó Bachelet y sobre lo que piensa de los jóvenes. "Los jóvenes no tienen un Bob Dylan de veinte años ni una Violeta Parra de veinte años", dice.

El Mercurio en Internet

Joaquín Sabina
Joaquín Sabina sobre la Presidenta Bachelet: "Me emocionó que una mujer laica, divorciada e hija de un militar muerto en la cárcel llegara al poder en un país como Chile" (Foto: EFE).
"¿Me vais a dejar fumar?", parte preguntando Joaquín Sabina en su encuentro con la prensa, antes de los dos conciertos ya agotados que dará este jueves y viernes en el capitalino Teatro Caupolicán, en sus primeras actuaciones personales tras una serie de visitas a programas de TV y su aparición en el Festival de Viña en 1993. El tabaco es el vicio que conserva, ahora que es un hombre nuevo y que reconoce haber limpiado su pública afición a la cocaína para sustituirla por un inédito ímpetu en el oficio de dar conciertos y de hacer canciones, como las que pueblan su más reciente disco, Alivio de luto y las que está cantando en vivo en la "Gira Ultramarina", que lo trae a Chile.

"Me costó ponerme otra vez el chip y las pilas de hacer una gira. Hubo un par de años en que pensé que nunca más me subía a un escenario, no me apetecía. Pero Perú y Argentina nos han curado de todos los alivios de luto", garantiza, flanqueado por Olga Román, Pancho Varona y Antonio García de Diego, sus músicos de cabecera. "La gente puede esperar un concierto caliente y que demostremos las ganas que le tenemos a Chile hace muchos años. Y puede esperar más de alguna sorpresa exclusivamente chilena".

–¿Qué te parece haber roto este cerco que había con Chile?
"Estos que están aquí", dice, en alusión a sus músicos, "que son mis cómplices, saben que es harto importante para mí. No sabía qué pasaba: venía todos los años a Buenos Aires, que está aquí al ladito, y no venía a Chile. Bueno, la respuesta sólo te la podré dar con una copita, después del segundo Caupolicán. Por lo pronto nos parece una oportunidad única, que ya no esperábamos, de tener una relación cómplice y artística con los chilenos".

–¿Cómo se vive la creación sin la bohemia que te acompañó durante tanto tiempo? ¿Después de tantos años de música y poesía, qué más te queda por hacer en la vida?
"¡Joder, de la creación a lo que me queda por hacer en la Vida!", se ríe. "Hablemos de la creación. Durante esos años de bohemia disparatada, de vértigo, de pasar la vida en los bares, en la noche y tal, siempre pensaba que estaba incumpliendo algo, que tenía un pequeñito don, que era que podía juntar dos palabras en una canción, y no me pasaba ni media hora al día escribiendo. Lo bueno que ha tenido el retiro de la bohemia, que no de la noche, porque ayer me acosté a las diez de la mañana solito con mi whisky escribiendo, ¿no?... lo bueno que ha tenido es que puedo dedicar más tiempo (a escribir). Lo malo es que antes podía estar tres días y tres noches acabando una canción con unas rayitas de coca. Ahora, como no tengo rayitas de coca de pronto me duermo como un viejecito. Pero estoy escribiendo más que nunca. De lo que me queda hacer por la vida no tengo ni puta idea".

–¿Cuánto tiene que ver Alivio de luto con tu despido de la cocaína?
"Nada. Sí tiene que ver con una falta de ganas de subirme al escenario... es decir, con una depresión, que yo siempre pensé que era una cosa que le pasaba las monjas menopáusicas de clausura y que a mí nunca me iba a pasar. Pero me pasó, como a millones de personas en el mundo, y no hay muchos modos de luchar contra ella. Este fue un disco hecho casi obligado por estos chicos que están aquí, y mi estado ahora es totalmente diferente: ni alivio ni luto ni carajo, estoy haciendo otra vez canciones como las que a mí me gustan".

–¿Cómo fue volver a los conciertos?
"Los primeros fueron bien jodidos. En España hubo gente que se hizo rica, entre ellos Panchito (Varona, su guitarrista), haciendo apuestas sobre cuántas canciones aguantaría el primer día. Ya en la final etapa española empecé a sentirme otra vez en mi casa en el escenario, a ser feliz. Y aunque os jodan los argentinos, Argentina me ha curado de casi todo. Estos dos conciertos del Caupolicán son los últimos de esta gira, y tengo todo mi corazón puesto en que sea una fiesta de reencuentro con Chile".


"Mi autorretrato siempre ha sido una caricatura"

–¿A qué se debe tu cercanía con el público joven?
"Pues me deja estupefacto. En los concierto que vengo de hacer en Argentina no sólo se renovaron las generaciones, sino que ya venían los bisnietos. De mis novias, ¿no? Contacto físico no tengo mucho, primero porque mi novia o me deja tener novia, pero sí leo cientos de miles de papelitos que me mandan, no de internet, donde soy completamente analfabeto, y son cosas muy emocionantes".

–¿Cuáles son tus miedos?
"Mi autorretrato siempre ha sido una caricatura, y lo seguirá siendo. Yo he colaborado a esa caricatura, pero no le tengo miedo. Tampoco a envejecer, porque estoy disfrutando mucho lo que estoy haciendo ahora. Le tengo miedo al deterioro. Cuando tuve ese accidente cerebral... es un accidente que no duele, simplemente se quedaron sin circulación este brazo y la pierna derecha, afortunadamente no la del medio. Duró dos días. Pero al tercer día me levanté a ir al baño y me tuvieron que bajar los calzoncillos, y eso a los de mi pueblo nos humilla mucho".

–¿Qué hay de tu intención de que el próximo disco sea el mejor de tu vida?
"Todo. Habría que decir la verdad, lo que se ha formado alrededor de Alivio de luto tiene que ver con que estuve cuatro años sin hacer música, y con que en nuestros países los cantantes póstumos o moribundos cantan mejor que los vivos. Se crea un morbo ¿no? No es mi mejor disco, ellos (sus músicos) lo saben. No lo hubiera hecho sin ellos, que me arrastraban, pero ahora no quiero hacer un disco más. Quiero hacer el disco".

–Para la juventud muchas veces la juerga o la bohemia terminan siendo el sentido de la vida. ¿Qué puedes decir a los jóvenes chilenos al respecto, desde tu experiencia?
"Cuando era joven nunca acepté consejos de nadie. Y ahora que no lo soy tampoco me gusta darlos. Si fuera joven haría los mismos disparates que están haciendo ellos. Lo único que les digo es que no escuchen consejos de los viejos. Y lo único que les reprocho es que me estén dando tanto espacio. Quiero decir: ¿por qué Serrat, por qué este tipo que hay aquí, por qué otros a nuestra edad siguen representando algo para los jóvenes? Porque los jóvenes no tienen un Bob Dylan de veinte años ni una Violeta Parra de veinte años. Eso me preocupa mucho. Porque de las cuatro generaciones Parra los más jóvenes son Violeta y Nicanor".


América Latina según Sabina

Como todos los cantantes de su generación, Joaquín Sabina arrastra la condición de ser consultado sobre asuntos de política internacional, y en esta ocasión da un paseo por Cuba, Brasil, Uruguay, Chile, Perú y hasta la reciente tregua anunciada por la ETA en España.

"En todas las ruedas de prensa que hago me preguntan sobre política. Y luego al día siguiente leo en el periódico ‘Es un cantante apreciable y tal, pero dice unas tonterías de política tremendas’" ,sonríe. "Eso no me callará la boca. Cuba, para bastante bien y para algunas cositas mal, en mi opinión... las cosas mal son porque tuvimos demasiadas esperanzas. Y no es culpa de la Revolución Cubana ni culpa de nadie, es culpa de la vida, que las esperanzas no suelan cumplirse al cien por cien. Sigue siendo una isla maravillosa, orgullosa, de pie frente a lo que está ahí tan cerca, dándonos algunas lecciones. Sigo considerándome un amigo que está de acuerdo algunas veces y otras veces no".

–¿Cómo encuentras a Latinoamérica y la izquierda gobernando cada vez más países, Bachelet, Lula...? ¿Y qué opinas de la tregua que anunció ETA?
"La tregua de ETA me parece una buenísima noticia, sobre todo porque creo... es jodido hablar bien de políticos porque acaso después acaban defraudándonos, pero creo que (el Presidente español José Luis Rodríguez) Zapatero es un político valiente, todo lo que prometió lo cumplió: no sólo que se vinieran las tropas de Irak sino que Panchito y Antonio pudieran casarse", dice entre risas generales, a propósito de los dos músicos de su grupo que lo acompañan en la testera. "Ellos no se han animado todavía, porque dicen que eso es una mariconada".

"Y en el caso de la izquierda latinoamericana", retoma, "yo no soy un analista político, sí soy un atento lector de periódicos. Es verdad que gobiernos más o menos de izquierda, Lula, Tabaré Vásquez, Bachelet, Evo (Morales) me parecen muy significativo, porque están dando voz a gente que nunca la ha tenido, en el caso de Lula o de Evo. Hay casos como el de (el Presidente venezolano Hugo) Chávez, que me gustaría que hiciera lo mismo otro que no fuera Chávez (risas). En el caso de Bachelet, a la que veré mañana (hoy), estoy encantado de decir, sobre todo porque es demasiado pronto y no ha tenido tiempo de defraudarnos, que me emocionó que una mujer laica, divorciada e hija de un militar muerto en la cárcel llegara al poder en un país como Chile".

Luego del fin de esta porción de su gira, Sabina se propone ir a Perú, otro país que está a las puertas de una elección presidencial, a tomar algunos días libres. "Y a hacer lo posible para que no gane Ollanta (Humala, el candidato nacionalista que encabeza las encuestas)", agrega.

–¿Por qué?
"¿Por qué? Porque me parece que el Perú es un país que sigue sin institucionalizarse, que sigue amando a los Fujimoris, y porque he leído cosas que ha dicho Ollanta en los últimos diez años, y son muy peligrosas. Por ejemplo, que matando a dos maricones se acaba con el problema, ¿no?", dice. "Estos (e indica de nuevo a Luis y Varona) no se podrían casar ahí".

–En España están escogiendo la palabra más linda del castellano. Zapatero escogió "generosidad", y (el escritor Antonio) Pérez Reverte, "ultramar". ¿Cuál es para ti la palabra más linda, y cuál es la que más te disgusta?
"He leído algo de eso y, fíjate, no se me había ocurrido ninguna, y se me acaba de ocurrir: a mí la palabra que más me gusta del castellano es ‘Nosotros’", dice, y hace una pausa. "La que más me disgusta... no es castellana, es gringa. ‘George u ve doble’".

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