NUEVA YORK.- El escándalo del reportero del diario "New York Post", acusado de intentar extorsionar a un millonario, ha destapado un complejo entramado de relaciones entre una de las columnas de farándula más famosas de EE.UU. y sus protagonistas.
Jared Paul Stern es uno de los escritores de la columna "Page Six" del "New York Post", donde se divulgan a diario detalles sobre las vidas y actividades de personajes del mundo de la farándula y otros famosos.
Stern, de 35 años, fue suspendido de su puesto el jueves después de que saliese a la luz que existía una cinta de vídeo en la que éste solicita un pago inicial de 100.000 dólares y 10.000 dólares más de estipendio anual al magnate californiano Ron Burkle, a cambio de "protección" contra comentarios negativos en el "Post".
El reportero está ahora bajo investigación del FBI.
Burkle, destacado contribuyente al Partido Demócrata y amigo de Bill Clinton, es conocido por sus negocios exitosos en el sector de supermercados y por su activa vida social.
Stern le habría pedido dinero para evitar que siguieran saliendo noticias negativas sobre él en la popular columna.
Una trama más compleja aun
Pero según publica hoy el diario "The New York Times" la cosa no acaba ahí.
El "Times", que dedica hoy un destacado espacio de portada al caso de Stern, señala que tres personas que han visto la cinta de vídeo aseguran que el columnista dice en la misma que varias celebridades neoyorquinas accedieron a intercambiarse favores con los redactores de "Page Six" a cambio de un trato benevolente.
Entre ellos estarían Harvey Weinstein, el co-fundador de los estudios cinematográficos Miramax, así como Ronald Perelman, el presidente de la firma de cosméticos Revlon.
Weinstein negó al "Times" haber mantenido ninguna relación "indebida" con la columna del "New York Post" y con su principal editor, Richard Johnson.
El ejecutivo de Revlon no se pronunció al respecto, pero el "Times" saca a colación que la compañía de Perelman contrató en una ocasión a Sessa von Richthofen, la prometida de Johnson, con quien, de hecho se casó hoy.
El ejecutivo que la contrató aseguró al "Times" que nadie lo había presionado para que lo hiciera.
A la espera de que se aclare lo sucedido, "Page Six" tiene ahora que tragar una dosis de su propia medicina al haberse convertido en motivo de chisme en toda la prensa estadounidense.