David Ponce
El intercambio de música internacional en vivo no sujeto al ranking de éxitos ni al rating del evento masivo tiene grandes gratificaciones. Pauline Croze ha sido la más reciente de ellas. La cantante y compositora francesa, de 26 años, absoluta debutante en Chile, pasó la última semana a bordo de una breve gira por escenarios universitarios de Concepción, Temuco y Santiago, donde cerró el recorrido con una actuación sorprendente en la Sala SCD del capitalino barrio Bellavista.
"Mise a nu" –"Al desnudo"– es el nombre de la primera canción del disco de la cantante,
Pauline Croze (2004), y en un sentido esa idea sustenta también su concierto. Presentada como una cantautora folk, buena parte de sus canciones descansa en su voz y su guitarra acústica, como el bonito e íntimo vals "T’es beau" ("Eres lindo"), pero la sorpresa abunda en el hecho de que ella canta de pie, en que también conecta una guitarra eléctrica y en que se hace acompañar por un trío de guitarra, bajo y batería. Pauline Croze también rockea.
Tal como lo hacen sus letras. "Femme fossile" ("Mujer fósil") fue un manifiesto feminista puesto en escena y "Je ferai sans" ("Lo haré sin") otra declaración de independencia en la que la cantante aleonó a una entusiasta audiencia que llenó la sala a aplaudir y cantar en francés ese coro emancipador. Otro de los atractivos de su concierto fue esa facilidad con que pasó de la máxima intimidad de una guitarra acústica a la máxima entrega reflejada en dos versiones de plano asombrosas que hizo: una de "Enjoy the silence", de Depeche Mode, y otra de "The one that I love", el éxito de John Travolta y Olivia Newton-John para
Grease. En ellas, además de imaginación, Pauline Croze mostró una voz emotiva e intensa al mismo tiempo, el complemento adecuado para el gran carácter como compositora y cantante que acaba de mostrar, recién con un primer disco y tras una inesperada visita a este confín sureño. Fue un buen concierto, un milagro de día lunes, y los que estuvieron en su actuación previa en Temuco refieren que estuvo aún mejor. Viva la periferia. Y la periferia de la periferia.
