Lee aquí los comentarios de los discos
Universo a meu redor e
Infinito particular
La cantautora que hace cuatro años integró el trío Tribalistas presenta dos discos a la vez:
Infinito particular y
Universo ao meu redor. Y anuncia visita a Chile en 2007.
Gabriela Bade, El Mercurio
¿Por qué hay que conocer a Marisa Monte? Porque es la alumna más aventajada en la clase de músicos brasileños actuales. Porque logró el diálogo entre el pop, el folk y la música clásica y juntó en un mismo proyecto a músicos no profesionales de la vieja guardia del samba de Río de Janeiro, con cerebritos pop como David Byrne, más la elegancia de arreglos de Philip Glass y la complicidad de sus compañeros de Tribalistas, Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown.
Para hablar de ella en sus diecisiete años de carrera se han ocupado toda suerte de adjetivos y comparaciones. Como que es la reencarnación del ideal de belleza de Boticelli. ¿Un poco rarita?, le preguntó un periodista del diario "El País" hace poco. "Siempre me sentí distinta", confirmó.
Ahora Marisa Monte habla para Chile. No es lo habitual. Aunque sus discos están editados aquí, no alcanzan el eco de ventas que en Brasil. Allá sus proyectos logran encumbrarse incluso sobre el millón de copias vendidas. Pero a pesar de que en Chile es todavía una artista de culto, quiere venir en 2007.
"Hay planes para ir el próximo año, para actuar en Chile por primera vez", dice, ahora que tiene una nueva razón para salir a las giras, después de tres años de trabajo en estudio. En ese tiempo, que dedicó fundamentalmente al cuidado de su primer hijo, hizo dos discos que presentó de manera simultánea. Uno es
Universo ao meu redor, de samba más tradicional con canciones populares brasileñas que no se habían grabado antes, producido por Mario Caldato (Beastie Boys). El otro es
Infinito particular, de pop, con la producción de Ale Siqueira, quien trabajó también en el trío Tribalistas, y sólo con canciones nuevas de Monte y sus colaboradores actuales.
-¿Por qué dos discos a la vez?
"Mi carrera se ha estructurado sobre los escenarios y siempre estoy en tours, por lo tanto he grabado muy poco (sólo cinco discos). Después de Tribalistas, me di cuenta de que podía hacer discos mientras estaba de gira y guardé material para grabar cuando volviera a casa y pasara el tiempo mientras tenía a mi primer hijo. Entonces pensé que sería bueno hacer dos álbumes, independientes uno del otro, con diferentes productores, con diferentes conceptos en el repertorio. Era un desafío para mí".
-En ambos discos hay bastante colaboración de sus compañeros de Tribalistas. ¿Quiso mantener el espíritu de esa reunión?
"Hemos sido compañeros por más de diez años y Tribalistas fue un resultado muy saludable de nuestra relación, porque ahora sabemos que tenemos una más profunda, fuerte y relajada capacidad creativa juntos. Creo que la continuación de esta colaboración es natural en nuestros trabajos y es lo que hemos hecho después de Tribalistas".
-En "Universo..." hay viejas glorias de la música brasileña, un poco perdidas.
"Los llamamos la vieja guardia. Son veteranos de escuelas de samba. Entre ellas está Portela, que es la más cercana a mi infancia (su papá fue director de esa escuela). Portela tenía este grupo de viejos, de ochenta o setenta años, que eran los responsables de conservar las tradiciones y la continuidad de sus valores, de su historia y de su estilo. Yo estaba muy conectada con ellos, que eran músicos no profesionales y nunca habían grabado discos".
-Y en 2002 produjo un álbum de Argemiro Patrocínio.
"Era compositor y tenía ochenta años entonces y ya no está aquí. Después de todo ese trabajo de investigación teníamos un gran tesoro de canciones de los años ‘40, ‘50 y ‘60 que se estaban perdiendo. Así que para mi disco
Universo ao meu redor, otra vez hice una profunda investigación, con entrevistas a los viejos compositores, a sus amigos, a sus familias, a sus viudas, sus hijos y decidí grabar estas nuevas viejas canciones".
¿QUIÉN ES?
Marisa Monte tiene 39 años y es hija de una familia de artistas. Su historia discográfica incluye cinco títulos propios y uno en colaboración con Arnaldo Antunes y Carlinhos Brown, el aplaudido
Tribalistas (2002).
Monte tiene su propio sello discográfico, Phonomotor, y ahí ha editado bajo su atenta mirada y sin derecho a intromisión de ningún gerente, sus álbumes y algunos que ha hecho como productora, como el de Argemiro Patrocínio. También produjo un disco para Carlinhos Brown,
Omelete man (1998), entre otras muchas colaboraciones con músicos de su país y de otros, como Gilberto Gil o David Byrne, entre ellos.