BARCELONA.- A partir de hoy, y hasta el 30 de julio se exhibirá en el Palacio de Moja de Barcelona, una de las muestras más extensas y completas que se hayan realizado de la destacada artista, nacida en España, Roser Bru.
La exposición, que surge como un homenaje, tanto a la labor artística de Bru, como a su reconocido compromiso social con los pueblos, se compone de pinturas y grabados procedentes de diferentes épocas, en los cuales ella reflexiona sobre la fragilidad de la memoria, la muerte, la vida, el drama de las guerras y las torturas.
Una de las cosas que más han marcado a la artista es la dicotomía de las dos nacionalidades, de dos culturas, la española y la chilena, que la han acompañado a partir del exilio. Según lo que ella explica "nuestro origen barcelónico, es antes o después, exilio repetido. República, guerra y viaje. Una inolvidable cultura catalana. Lentamente vamos siendo de otra tierra, de otra historia. Están también, antes, los pueblos originarios, de los que toda América hemos aprendido. Alguien dijo que el centro del mundo está en cualquier parte y esto me gusta. El origen permanece imborrable en la memoria. Así se hacen todas las patrias. Todas semejantes".
La obra de Roser Bru, se destaca entre otras cosas, por la importancia que la artista le otorga a la figura humana, asimismo por introducir elementos como cintas negras, fotografías frases y números que asocian el pasado con el futuro.
Dentro de las obras que se exhibirán, se destacan, "Visto en Chile" (2003), "Los desastres de la Guerra desde Goya" (1998), "Triangulo de miradas" (1997), "Mujer Ensimismada" (1990), "La caída" (1993) , "Dos veces Kafka" (1976), "Las dos Gabrielas" (1981), "Las tres Fridas" (1983), "Viajan Juntos" (1976) entre otros. También viajarán los 12 dibujos que componen la instalación "La Cena: doce ausentes en la mesa" perteneciente a la colección del Museo Salvador Allende.