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SYDNEY.- La actriz australiana Nicole Kidman manifestó hoy estar "muy feliz" y espera pasar una noche tranquila de cara a su boda mañana con el cantante australiano de música "country" Keith Urban.
Kidman habló brevemente a los periodistas que están acampados frente a la casa que la actriz tiene en el barrio de Darling Point, en Sydney, cuando salía para ir a visitar a sus padres.
"Voy a intentar dormir un poco", dijo la estrella de Hollywood al partir hacia la casa de sus padres en Greenwich en el norte de la ciudad.
Antony Kidman, el padre de la estrella, opinó que su hija está muy animada, bromeó sobre el "circo mediático" que se ha desplegado alrededor de la boda de Nicole y dijo que todo terminará el martes, cuando los invitados partan de Sydney tras el festejo.
A pesar de que la pareja ha intentado guardar en secreto los detalles de su boda, la prensa se ha encargado de desvelar que la ceremonia católica será oficiada por el padre Paul Coleman, amigo de la familia, en la tarde del domingo en la capilla Memorial del Cardenal Cerretti.
Entre los aproximadamente 230 invitados estarán los actores Naomi Watts, Russel Crowe y Hugh Jackman, además del empresario de los medios de comunicación Rupert Murdoch, entre otros.