El ruiseñor de Avignon (Foto: AFP). |
PARÍS.- El "ruiseñor de Avignon" lleva ya más de 40 años sobre los escenarios, pero a Mireille Mathieu le parece que fue ayer cuando empezó. "El tiempo ha pasado volando", dice la grácil cantante, que el año pasado celebró su cuadragésimo aniversario artístico en el Olympia de París.
La sala, abarrotada de espectadores, irrumpió en aplausos durante diez minutos para esta francesa de apenas 1.50 metros de altura nacida en Aviñón. Pero con sus 122 grabaciones, Mathieu, que este sábado 22 de julio cumple los 60 años, sigue siendo tan querida como siempre.
"Me descubrieron en el momento adecuado", dijo en el marco de su aniversario, con el que celebraba su salida en escena en 1965 en televisión cuando cantó peinada como la doncella de Orleans y vestida de negro. Poco después dio el salto a la Meca del espectáculo musical en el Olympia de París.
Su vida se parece a la versión moderna del cuento de la Cenicienta: tuvo una infancia modesta como la mayor de una familia de 14 hijos. Tras participar en varias competiciones, Mireille logró ganar el concurso de talentos desconocidos de Avignon en 1964 con su versión de "Jezebel" por Piaf.
Entre el público se sentaba el cazatalentos Johnny Stark, que ya había descubierto y lanzado a la fama a Yves Montand, Francoise Hardy, Johnny Hallyday y Silvie Vartan. Con él comenzó una carera meteórica que tras su exitosa aparición en televisión convirtió a la ayudante en una fábrica de conservas en una estrella de la noche a la mañana.
En pocas semanas se vendieron un millón de copias de su primer éxito, "Mon credo", cuando ella sólo contaba con 17 años. En el panorama internacional su rápido ascenso se vio catapultado cuando en su primera gira por Estados Unidos, en 1966, subió al escenario del hotel Waldorf Astoria en Nueva York junto al "grandseigneur" de la canción francesa, Maurice Chevalier.
Cuando el mismo año los padres de Mireille tuvieron su décimocuarto hijo, el presidente Charles de Gaulle lo apadrinó. De este modo, "Mimi" se convirtió en el nuevo "ruiseñor de París", aunque su vida y su carrera tuvieran un recorrido muy distinto al de la mítica Edith Piaf.