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MÉRIDA, España.- El escritor peruano Mario Vargas Llosa revela, en una entrevista a Efe, que emplea "la literatura como creación para llenar ese vacío que existe entre lo vivido y lo soñado".
Vargas Llosa asegura que se siente "muy cerca" del personaje de Odiseo (Ulises), que interpreta estos días en el Festival de Teatro Clásico de la ciudad de Mérida (suroeste de España), en la obra "Odiseo y Penélope", una adaptación propia de "La Odisea" de Homero.
Odiseo, indica, posee un espíritu intrépido y aventurero que se refleja en el carácter de "fantaseador" que define al literato, a quien le gusta "la vida vivida, desde luego, pero también la vida soñada, al igual que a Odiseo, por eso ese personaje me resulta tan seductor".
Considera a Odiseo "un héroe de acción e imaginación que refleja el personaje intrépido que todos tenemos guardado dentro, alguien que sueña con aventuras extraordinarias, con conocerlo todo, todos los lugares, todos los paisajes, vivir todas las experiencias, poseer una vida más rica".
Para Vargas Llosa, su debut como actor "ha sido un sueño hecho realidad, ya que la ficción ha sido mi vida y hacer teatro significa vivir la ficción, vivir el sueño".
"Para mí es una tremenda novedad convertirme en un personaje de cuento o novela. Es un sueño hecho realidad que coincide con la propia definición del teatro, concebida como un sueño que se encarna y se vuelve realidad en un espacio y durante un tiempo determinados, pero cuando finaliza ese tiempo y se abandona ese espacio vuelve a ser sueño", manifiesta.
Vargas Llosa ha elegido al personaje con más tradición de la historia de la literatura, "el personaje de personajes", para enfrentarse a la interpretación.
El autor está "fascinado" por lo hechicero de las verdades que describe "La Odisea" de Homero y por la actualidad que hay impregnada en ella y la destreza con que está construida la historia, por "cómo los distintos puntos de vista van creando ambigüedad, misterios, suspense".
"Uno de los principales encantos del poema es que realmente no se sabe cuánto hay de cierto en lo que él cuenta, hasta qué punto la fantasía llegó a desnaturalizar las experiencias vividas o si simplemente coloreó de imaginación un fragmento de la realidad. Es realmente fascinante", afirma.
Sobre "La Odisea", cree que "un Homero del siglo XXI no lo haría igual, pese a que no le faltarían aventuras igualmente horribles y hermosas, porque se trata de un poema que recoge muchísimos mitos e historias que vagabundeaban por las orillas y las islas del Mediterráneo trescientos años antes de su creación".
Cristaliza, añade, una tradición muy rica de poesía oral y escrita, que desde su nacimiento se ha adoptado como la seña de identidad de la cultura occidental, de la que han bebido todos los escritores de la historia e, "incluso, aquellos que no han leído ningunos de sus poemas son deudores de Homero".