ROMA.- Unos 70 mil italianos esperan con expectación la actuación de Madonna esta noche en el estadio Olímpico de Roma, la única etapa italiana de su gira "Confessions", que llega en medio de la polémica suscitada por la crucifixión que la cantante escenifica en los conciertos de este tour.
Desde primera hora de hoy, miles de personas hacían fila ante las puertas del estadio Olímpico para lograr un buen puesto cerca del enorme escenario que, entre otras cosas, albergará una enorme cruz hecha con 4.000 piezas de cristal Swarovski y valorada en cinco millones de dólares, según la prensa italiana.
Está previsto que en ella Madonna se presente simbólicamente "crucificada" y con una corona de espinas en la cabeza, tal y como ha hecho en los conciertos anteriores, lo que ha provocado las protestas de diversos representantes religiosos.
El diario católico Avvenire, propiedad de la Conferencia Episcopal italiana, dedica hoy casi una página de su sección de espectáculos al "concierto-provocación", que califica de "ofensivo para la fe de millones de cristianos".
El rotativo afirma que Verónica Ciccone eligió precisamente el nombre artístico de Madonna (Virgen en italiano), "el apelativo de la Madre de Cristo, para hacerse notar", y ahora "es prisionera de su personaje".
También recoge declaraciones de personalidades religiosas como el cardenal italiano Ersilio Tonini, que consideró que el gesto es una "extrema provocación" que "malvende el sufrimiento de Cristo" para "mendigar la atención de los medios de comunicación".
Sobre la cuestión se han pronunciado además representantes de otras religiones, como el de la Liga de Musulmanes de Italia Mario Scialoja, que ha considerado que la falsa crucifixión es "una idea del peor gusto posible".
No es la primera vez que Madonna suscita polémica por el uso de símbolos religiosos: en 1989, la cantante fue considerada "blasfema" por la Iglesia Católica a causa de su vídeo Like a Prayer, en el que besa en una iglesia la imagen de un santo negro que cobra vida, baila entre cruces de fuego y muestra llagas parecidas a las que sufrió Cristo durante la crucifixión.