Heather Mills se encuentra en Estados Unidos para hablar con abogados sobre un posible juicio de divorcio en ese país. Foto: Ap. |
LONDRES.- Presumiblemente a Heather Mills le da igual haberse convertido en la mujer más odiada de Gran Bretaña, un título que había quedado vacante desde la boda de Camilla Parker Bowles con el príncipe Carlos hace un año y medio.
No pasa un día sin que la prensa sensacionalista británica hable mal de la todavía esposa del ex Beatle Paul McCartney. Heather fue apodada ya "Lady Mucca" (Señorita Suciedad), por ser la mujer que quiere quitarle al pobre "Macca" millones de dólares.
Desde hace algunos días, la guerra del divorcio entre ambos alcanzó suelo estadounidense. Nadie en Gran Bretaña cree que Heather haya volado hasta Los Angeles sólo para hacer compras, a pesar de que varios periódicos publican hoy fotos a página entera de un "shopping tour" en Rodeo Drive.
"Mucca’s topless again", escribió hoy "The Sun" porque la rubia Heather se movía en un descapotable. El periódico hace referencia así a unas fotos que mostraban a Heather en topless hace muchos años.
El día anterior, el diario más vendido de Gran Bretaña fue aún más lejos: mostró a Mills con un cartel de precio en un fotomontaje que decía 80.128 libras. Eso es lo que le reportó cada relación sexual con McCartney durante sus cuatro años de matrimonio, calculó el diario, de forma puramente especulativa, se entiende, sobre la cifra de 50 millones de libras (75 millones de euros o 94 millones de dólares) que podría cobrar tras el divorcio.
"Eso es más de lo que pagaron los árabes", añade el comentario malicioso, también en referencia a rumores sobre el supuesto pasado de Heather antes de convertirse en Mrs. McCartney.
Divorcio en Estados Unidos
Y mientras del ex Beatle se sabe cada vez menos, y no sólo no habla con su ex mujer, sino que evitó en Nueva York todo contacto con la prensa, tomó la palabra una amiga de Mills en declaraciones que publica el "Daily Mail".
Y confirmó lo que todos sospechaban ya en Gran Bretaña. Heather está en Estados Unidos para hablar con abogados sobre un posible juicio de divorcio en Estados Unidos.
Allí, según se especula, podría recibir incluso 200 millones de libras (300 millones de euros o 375 millones de dólares) de los 1.100 millones de euros que se estima abarca el patrimonio de McCartney. Lo determinante en este caso serían las propiedades inmobiliarias del músico en Estados Unidos.
En Gran Bretaña, Paul y Heather eligieron los mismos abogados de divorcio que en su momento actuaron en la separación del príncipe Carlos y la princesa Diana, sólo que los papel de "bueno" y "malo" se reparten esta vez de forma opuesta.
Todos sufren con Paul, que se repliega cada vez más y que al parecer incluso tuvo que ser tratado por problemas cardíacos. Y todos odian a Heather.
Los medios británicos incluso creen reconocer en la ex modelo su disposición a aceptar el papel de "mala" en su vestuario. En Los Angeles, Heather llevaba unas gafas de sol de la colección de su hijastra, la diseñadora de moda Stella McCartney. Todo el mundo sabe que Stella y Heather no se entienden muy bien. La diseñadora se opuso a la boda de su padre con Mills desde el primer momento.
¿Se trataba por lo tanto de un mensaje a su hijastra? El "Mail" lo interpretó de la siguiente manera: "No cantes victoria. Quizá ganaste una batalla, pero no la guerra". Esta última podría extenderse todavía unos cuantos meses.