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CIUDAD DE MÉXICO.- El poeta chileno Gonzalo Rojas, que cumplirá 89 años en diciembre, se definió como un "viejo infinito" que no ha evolucionado desde que tiene seis años, en una entrevista que publica hoy el diario mexicano
Reforma.
Desde Chile, en vísperas de viajar a la ciudad mexicana de Monterrey invitado por la Cátedra Alfonso Reyes, Rojas afirmó que se considera un ser "inconcluso" que no ha dejado de ser aprendiz de la vida y de la poesía.
"Aprendiz quiere decir animal de la tierra, niño, terrestre y silabeante. Yo no he hecho otra cosa que silabear el mundo. Soy el mismo niño de cinco, seis años", señaló.
El autor de obras como "Contra la muerte" (1964) y "Río turbio" (1996) impartirá la semana próxima en México una conferencia magistral y un seminario y asistirá a una muestra pictórica basada en su obra, del chileno Víctor Ramírez.
Rojas, ganador en 2003 del Premio Cervantes, el más importante de la lengua castellana, señaló que a su edad ha hecho "más de la cuenta" y aún tiene cosas por hacer como hablar con los jóvenes.
El escritor, que tituló "Metamorfosis de lo mismo" su conferencia en Monterrey, dijo que la poesía no es un enigma sino que es algo que huele a la "vivacidad, a la sorpresa grandiosa de vivir, de respirar".
"Yo soy animal de respiros, creo en la vivacidad. De la gran palabra 'poética' es de la que estamos hechos todos. Esto en ocasiones lo olvidamos, pero para eso está el poeta: para recordarnos lo invaluable de caminar, de reír, de amar. Soy un enamorado de la vida, a ella me aferro", manifestó.
El vate recordó la influencia que tuvo en su vida un relámpago que vio siendo niño. "Ahora estoy convencido de que aquel fulgor del relámpago que apareció tras los ventanales no fue el punto de partida, sino el que me hayan dicho: re-lám-pa-go. En ese tetrasílabo esdrújulo descubrí la luz preciosa de la poesía... Usualmente lo he vuelto a escuchar; a veces escribo con fuerza. Todavía ayer escribí. Lo escucho cuando escribo, cuando sé que escribo", manifestó.