La última de las voces en incorporarse al circuito jazzístico de la ciudad es también la que más horas de vuelo tiene en los escenarios. Danielle Gilson es norteamericana, nacida en Filadelfia, casada con chileno, y no ha parado de cantar en los últimos tres años en el subterráneo del Mesón Nerudiano. Este jueves sigue en el subsuelo, pero en el exclusivo Teatro del Parque, como la última solista de un mes jazzístico.
Iñigo Díaz
Tres temporadas sin parar con dos conciertos por semana. Difícil de igualar para cualquiera de las cantantes de jazz con mayor trayectoria. (foto: archivo Cultrera-Espinoza). |
Danielle Gilson es sinóloga. Signo de interrogación. Danielle Gilson estudia la lengua, la literatura y las instituciones de China. Habla chino mandarín, pero canta en su lengua madre, el inglés. Con un ligero toque de la costa este porque Danielle Gilson nació en Filadelfia. Y vive desde hace catorce años en Chile con su familia mitad chilena, mitad norteamericana.
Ahora se prepara para cerrar el ciclo de jazz del Teatro del Parque, bajo el Boulevard del Parque Arauco. Fueron cuatro sesiones durante octubre con nombres como la cantante brasileña Lua de Moraes, el cantante chileno Rodrigo González y el cuarteto de la nóvel saxofonista Melissa Aldana.
Que Danielle Gilson se prepare para este concierto es casi un decir, porque desde 2004 ella canta dos veces por semana en el Mesón Nerudiano y sin interrupciones. Actuará junto a los músicos de la primera división del swing chileno: Alfredo Espinoza (saxo alto), Giovanni Cultrera (piano), Pablo Menares (contrabajo) y Jorge Rodríguez Donoso (batería). Un cuarteto clásico para una voz clásica. “Hice el camino desde el belcanto al swing. Canto a Schubert, Schumann o Brahms", dice.
-Siendo norteamericana tienes los repertorios, los compositores y los intérpretes bastante a la mano.
"Vengo llegando de Nueva York, donde fui a hacer una investigación jazzística. Fui a muchos lugares a ver cantantes en acción. Escuché a Etta James (clásica cantante R&B), a Mark Murphy, que tiene 74 años y es un especialista en canciones standards, y también a Dee Dee Bridgewater, solista que hoy está cantando con un trío de jóvenes jazzistas donde destaca Christian McBride. Es una tendencia de los cantantes con trayectoria: transmitir conocimiento a bandas de músicos mucho más jóvenes, como lo hacía también Betty Carter".
-En tu caso, dentro de la banda en la que tocas, tú eres la menor.
"Ahora no, porque está (el contrabajista) Pablo Menares, a quien yo le digo Pablo Menores. Él reemplaza a nuestro anterior contrabajista, Nelson Arriagada, y tiene 24 años. Nuestros músicos son muy experimentados: Giovanni Cultrera y Alfredo Espinoza.
-De hecho son los músicos más activos del jazz clásico.
"Ése es un buen concepto: jazz clásico. Hemos pasado muchas horas tratando de definir el jazz y qué es lo que hacemos nosotros. Jazz clásico puede ser muchas veces swing y muchas otras veces canciones standards. A veces también experimentos".
-Ellos mismos dicen que tú interpretas canciones que contengan sólo letras de peso.
"Yo no hago
scat (improvisación vocal al modo instrumental). Básicamente llevo la música y las canciones tal como la escribió el compositor. El jazz-jazz esta basado en temas que provienen de Broadway, de musicales y montajes de los años ‘20 y ‘30. Cuando tienes una dupla como Rodgers y Hart, que trabajaban la poesía y la buena música, no es necesario alterar nada. A lo mejor elijo las canciones que tienen historia y en general también tienen un fondo poético importante".
-¿Cuáles son esas canciones?
"Tenemos muchísimos temas. Giovanni (Cultrera) y Alfredo (Espinoza) conmigo tienen unas cien. Ellos dos juntos tienen más de 500. Mis autores fovoritos Son Hoagy Carmichael o Cole Porter. Trato de elegir repertorio y no caer siempre en la lógica de George Gershwin. Últimamente estoy en Rodgers y Hart. He hecho una reflexión sobre esta sociedad de composición. En general son temas cortos, canciones que tienen espacio y tiempo para dar una vuelta para todos los músicos. Hay otros temas como ‘Cheek to cheek’ que son muy largos. Yo no busco protagonismo como cantante".
Cultrera, Arriagada (en su lugar estará Menares), Gilson, Rodríguez y Espinoza: Swing para todos. (foto: archivo Cultrera-Espinoza). |
-¿Cómo llegaste a cantar con estos músicos?
"Fue por error. En realidad error es una palabra equivocada. Fue por accidente. Un día fuimos a escucharlos al Mesón Nerudiano cuando Giovanni (Cultrera) y Alfredo (Espinoza) hacían su temporada de duetos de piano y saxo alto. Fue una noche no muy buena porque habíamos sólo cuatro personas en el público. Uno de ellos era Jorge (Rodríguez Donoso, el futuro baterista del grupo), quien sabía que yo algo cantaba y lo anunció a viva voz. Giovanni Cultrera me pidió una canción y yo canté, lógicamente, algo como “Summertime”. Después canté otra y otra más. A la semana siguiente el grupo ya no era un dúo sino un trío. Desde 2004 no hemos parado de actuar mínimo dos veces por semana en el Mesón Nerudiano. A veces tres y a veces seis actuaciones por semana".
-Como debiera ser en una escena musical
"Como ojalá fuera. Pero eso depende mucho del mercado. Para un músico tocar seis días a la semana aquí es muy difícil. En Estados Unidos cada hotel tiene su trío activo todo el año. Pero, ojo, hasta en Nueva York vi que los músicos se están quejando de que no hay tantos
gigs ("cancheos", en jerga chilena, fechas para tocar). Lo que hay que hacer es instruir al público sobre el consumo de música en vivo".
-¿Es floja la gente para estas actividades?
"Cuando yo le digo a gente conocida que estoy cantando en Bellavista los martes, dicen que cómo voy a ir hasta allá un día de semana y tan tarde y que me van a robar el auto. Por ahí va la educación al público. Y por eso ahora tenemos un concierto en un lugar en Vitacura, como el Teatro del Parque, con estacionamiento y a un horario más temprano. Ahora no hay excusas para los que no han ido al Mesón Nerudiano por esas razones".
-Llevas mucho tiempo cantando en subterráneos y con grupos reducidos, ¿te ves en una situación de cantante frente a una big band?
"Me encanta la idea. Y me gustaría conocer a los chicos de la Conchalí Big Band para hacer algo juntos. La verdad no me he imaginado en esas dimensiones. ¿Me estás proponiendo un desafío?. Quién sabe si se puede. Pero yo recién me estoy dando cuenta de que el canto debiera tomarlo ahora mucho más en serio. Cuando yo canto no pienso en absolutamente nada más. Cuando uno corta el pasto piensa en mil cosas. Y yo me di cuenta de que cantando estaba en una sola dimensión. Cuando te encuentras en algo así en tu vida, no hay que dejarlo pasar".
Teatro del Parque
Boulevard del Parque Arauco
Jueves 26 de octubre
20:00 horas
$5.000 y $3.500