PARÍS.- El cineasta francés Francis Girod, que se dio a conocer al dirigir a la actriz Romy Schneider en "La Banquiere", murió la pasada noche en Burdeos (suroeste) por un ataque cardíaco, informaron los servicios de emergencia.
Girod, de 62 años, sufrió un paro cardíaco de madrugada en el hotel en el que estaba alojado en Burdeos, y los servicios de urgencia que acudieron no pudieron hacer nada para salvar su vida.
El cineasta había comenzado su carrera profesional como periodista a comienzos de los años 60 y trabajó en el semanario "Le Nouvel Observateur" y en la radiotelevisión pública francesa.
Nacido el 9 de octubre de 1944 en la pequeña localidad francesa de Semblancay, aunque a los 8 años se fue a Bruselas donde de adolescente hizo sus pinitos en el teatro y la radio, sus inicios en el cine datan también de la década de los 60.
Durante esos años colaboró como asistente de directores como Roger Vadim o Jean-Pierre Mocky, antes de estrenarse el mismo en la dirección en 1974 con "Le trio infernal", protagonizada por Michel Piccoli y Romy Schneider.
La actriz repitió como protagonista en la que sería su filme más legendario, "La Banquiere", en 1980, a la que siguieron en años siguientes otras cintas también conocidas como "Le bon plaisir", con Catherine Deneuve y Jean-Louis Trintignant (1984), "Passage a l’acte" (1995), "Terminale" (1997) o "Mauvais genres".
Girod seguía plenamente en activo, como lo ilustran sus películas en cartelera durante este año: "Un ami parfit", con Antoine de Caunes y Carole Bouquet, y "Oncle de Russie", con Claude Brasseur y Marie-Josée Nat.
El cineasta no se había limitado al trabajo de director de largometrajes, sino que también rodó cintas publicitarias y había hecho de actor, junto a Yves Montad, bajo las órdenes de Bertrand Tavernier.
Últimamente había iniciado un documental para la televisión sobre la figura de su colega, el también director de cine Claude Chabrol, que había recibido una muy buena acogida por la crítica.
Su implicación en diversas fases de la industria del cine -había hecho de productor de muchas de sus cintas- le llevó a presidir en Francia la Sociedad de Directores de Películas entre 1988 y 1989 y la Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos durante casi dos años desde 2005.
También formaba parte del consejo de administración de la Cinemateca Francesa -una misión que ya había desempeñado entre 1991 y 1994-, e hizo de profesor de clase de cámara en el Conservatorio Nacional Superior de Arte Dramático.