Es claro el título del nuevo álbum de este grupo chileno:
El amor es una trampa mortal. Con títulos como "Maldito", su nuevo single, Casanova abandona en parte el aura bucólica de su debut de 2004 y pretende al mismo tiempo una ofensiva internacional. "Lo más importante que queremos con este disco es que sea escuchado en otros países", dice el cantante Julián Peña.
David Ponce
Casanova, disco nuevo: El amor es una trampa mortal es el segundo álbum de Felipe Quiroz (batería), Rodrigo Otero (guitarra), Julián Peña (voz y guitarra) y José Luis Saavedra (bajo), de izquierda a derecha (foto: Juan Pablo Montalva). |
Julián Peña, cantante y guitarrista de Casanova, aún recuerda el día en que su grupo abrió el concierto del cantante argentino Luis Alberto Spinetta en julio de este año, en el santiaguino Teatro Oriente. Incluido el accidentado inicio de la actuación. "Cinco minutos antes de que apagaran las luces, el
roadie (asistente) de Spinetta pasó a llevar nuestras dos guitarras, que se cayeron al suelo. Y tocamos todo el primer tema sin poder afinar la guitarra", se acuerda. "Del segundo tema en adelante sonó increíble".
Tras esa jornada, el grupo inició una pausa de meses en sus actuaciones y viajó Argentina. No para ajustar cuentas con el
roadie de Spinetta, sino para hacer su nuevo disco,
El amor es una trampa mortal, el segundo tras su debut con
Casanova (2004). Iniciado en 2003 con músicos provenientes de grupos chilenos de los ‘90 como Santos Dumont y Sintra, el cuarteto grabó esta vez en Mendoza con el productor argentino Natalio Faingold, conocido como autor del éxito "Lamento boliviano", de Los Enanitos Verdes, y como productor del disco
La suerte (1997), de Javiera & los Imposibles.
Ahora
El amor es una trampa mortal ya está en la calle, y fue lanzado hace unas semanas en un concierto en el capitalino Centro Arte Alameda. Esa noche también fue grabado en vivo el primer DVD de Casanova. "El primer disco estaba más orientado hacia la música de los ‘60, ‘70, tal vez éste ahora tiene cosas de los ‘80, también", distingue Julián Peña, que integra el grupo con Rodrigo Otero (guitarra), José Luis Saavedra (bajo) y Felipe Quiroz (batería). El cantante escribió todas las letras del disco, y comparte con Otero la autoría de la música en dos de ellas, "Bajo una ilusión" y "Ahora o nunca".
–Casanova es un grupo, pero la composición de las canciones es más personal. ¿Qué tan solista eres, como autor de la mayoría de las canciones?
"Por más que los temas vengan de parte mía, no es lo mismo sin el ingrediente que ponen mis compañeros: el aporte de la guitarra, los arreglos, cómo se logra la canción al final. Eso es lo bueno de tocar en un grupo. Si no uno sería solista, y qué fome. El rol de la composición recae en mí porque tal vez soy el que lo maneja mejor, pero estoy abierto a la participación de todos, y si alguien llega con un tema bueno, bienvenido sea".
Maldito, culpables y el ánimo del nuevo disco
"Maldito" se llama el nuevo single de Casanova (foto: Juan Pablo Montalva). |
La canción "Maldito" es el primer adelanto del disco, en cuya letra colaboró el poeta Francisco Greene. Así también se iba a llamar el disco,
Maldito. "En ese tema se nota un cambio, salimos un poco de lo folk. Por eso lo pusimos como primer single", dice el cantante.
–¿Y la letra también es algo que antes no hubieras escrito?
"Claro. Aunque después viene ‘Culpables’, que es un tema parecido (y que fue escrito por Julián Peña). Toma la temática un poco social, lo que uno ve en el mundo, en la tele, la guerra. El primer disco era un poco más personal, más existencialista. En éste hay una preocupación de hablar de lo que pasa en tu ciudad, en el mundo, el caos. Es más urbano. El otro es más campestre, bucólico. Acá ‘Muy lejos de aquí’ por ejemplo, vuelve a eso del sur, del viaje, que siempre tengo en mis letras. La búsqueda de ese lugar, de ese Shangri-la que se perdió".
–¿Eso viene de los Santos Dumont?
"Viene desde ‘Ayer’. Ése el comienzo del hacer canciones para mí", dice, a propósito de la exitosa canción que compuso para el disco
Similia similibus (1999), de Santos Dumont. "Pero al mismo tiempo el disco tiene esa dualidad. El título es agresivo y largo. La mitad tiene relación con el primer disco y en la otra mitad se nota la evolución".
–¿Es un disco menos inocente?
"En general todas mis letras tienen esa inocencia. He podido hablar del tema del amor sin caer en el cliché. Siempre he tenido un prejuicio con las letras de amor que son un poco cebolla. Pero acá así como ‘El amor es una trampa mortal’ habla del desamor y del lado sufrido, ‘Tan sólo tú’ habla del lado bonito del amor. Están los dos lados. Antes era más espiritual el disco, este es más a la vena. Ahora encontré el camino para decirlo sin que me dé pudor. Que lo pueda decir cualquier persona, no yo solamente".
Y afuera quemando el sol: la ambición de Casanova
Otero y Peña en vivo en marzo de 2006: "Uno de nuestros propósitos con este disco es tocar dentro de Chile antes de ir a otros lugares", dice el cantante (foto: Raúl Maldonado, El Mercurio). |
Después de vivir en Chile por un programa de intercambio estudiantil, fue una fan estadounidense de Casanova la que creó el sitio del grupo en la comunidad Myspace, lo que ha permitido al grupo hacer contacto con público fuera de Chile.
"Lo más importante que queremos con este disco es obtener un lugar en la escena musical, y que también tu música sea escuchada en otros países", anuncia el cantante. "Ahora con Internet nos escriben desde México, Perú, Miami, hasta de Japón. En Chile hay muy buenos artistas, pero la escena es muy pequeña, y desde la Violeta Parra viene una cosa sociocultural de no reconocer a sus artistas. No como, por ejemplo, en México, donde cualquier grupo que venga de Chile es bueno. Si allá está el mercado, hay que buscar dónde está quemando el sol".
–Dijiste "obtener un lugar en la escena musical". ¿No lo han ganado todavía?
"Es lo que se puede hacer. Lo que se decía antes, de que Lucybell o La Ley hicieron un camino en Chile antes de irse, está bien: fue el camino de ellos, en ese tiempo tal vez era así. Pero ahora no necesariamente tienes que haber triunfado en tu país para conquistar otro mercado. Además (en Chile) no hay mucho más que uno pueda hacer: llegas hasta cierto momento, cubres el norte y el sur… Igual uno de nuestros propósitos con este disco es tocar dentro de Chile antes de ir a otros lugares".
–¿Es muy difícil generar una base de fans? Parecen estar mejor organizados los circuitos más independientes, pero Casanova no pertenece a ninguno.
"A ninguno, es verdad. Pero tenemos un público. Todos los fotologs que hay son armados por los fans que tenemos. Lo que pasa con los grupos punk o con la escena hip-hop es que son más achoclonados. La música que hacemos no te amarra a ninguna tendencia en especial. Un tema puede sonar más Beach Boys, otro puede sonar más Iggy Pop, y es la música que yo escucho. Es bueno mezclar todas las tendencias y tratar de lograr una cosa propia".
–¿No es paradójico que por intentar ser más abiertos apunten a menos gente?
"Exactamente. En Chile sí. Porque en otros países hay público para todo. Es un prejuicio de la gente. Nuestra música va más por otro lado, y si haces algo distinto está el prejuicio de que ‘ah, estos son muy pop o se creen minos ricos o se creen la raja’".
–¿Igual hay minos ricos en el grupo?
"Claro, y ésa es una casualidad, pero nunca se pensó así. La verdad es que nos vestimos como nos vestimos y nos preocupamos de las pintas porque nos gusta jugar con ese tipo de cosa. Pero más que eso importa la actitud que uno tiene".
–¿La melodía sí es algo que nunca van a renunciar?
"Eso de todas maneras. Lo que siempre hemos querido hacer son canciones, en su formato tradicional. Como los Beatles, como los Stones".