SANTIAGO.- Mientras que este domingo la mayoría celebrará la llegada del año 2007, en un lugar de La Reina alta la fiesta de fin de año no sólo será para despedir a 2006 sino también al lugar mismo de la celebración.
Se trata de la emblemática discoteca Las Brujas, uno de los últimos recintos clásicos de la noche capitalina, que estaba por cumplir medio siglo funcionando y que este domingo cerrará sus puertas definitivamente.
La razón no es falta de rentabilidad. Simplemente apareció una buena oferta para comprar el terreno de 35 mil metros cuadrados. Así, y como bien dice Enzo Trovero, gerente general del lugar, "vendimos el terreno, pero no Las Brujas". La idea es volver a crear un sitio bajo el mismo nombre.
Aunque aún no está definido el lugar ni los socios que se van a incorporar, el gerente general asegura que aunque se quiera modernizar el negocio, la idea es conservar el concepto de lo que fue hasta ahora Las Brujas. Es decir, mantener la naturaleza alrededor del inmueble; la combinación restaurante, bar y discoteca; el funcionamiento del centro de eventos; y, por qué no, también la famosa laguna con sus cisnes y patos.
Aparte de la infraestructura misma, se buscará mejorar el servicio adaptándose a las nuevas exigencias del público. ¿Cuáles serían esas? Para Enzo Trovero, "la gente se ha puesto más sofisticada y por eso queremos mejorar la parte del restaurante y bar, por ejemplo".
El gerente general asegura que no teme perder su público y menos desilusionarlo con esta nueva versión de la clásica discoteca, "porque nosotros le damos a ellos lo que esperan de Las Brujas". Es que reinventarse es lo que quizás mejor saben hacer los dueños de este lugar, si se considera que hace 48 años comenzó como salón de té y hoy es discoteca, restaurante y bar.
Medio siglo de vida
Desde su nacimiento en 1957, Las Brujas ha estado en manos de la familia Trovero, que se ha preocupado personalmente hasta hoy del negocio y de la fidelidad a su público.
Comenzando como un salón de té, este punto de reuniones se hizo famoso durante los años 60, cuando se transformó espontáneamente en un lugar de baile. Desde entonces y hasta hoy, Las Brujas ha ido ampliando su infraestructura hasta contar con un recinto apto para todo tipo de eventos.
Mientras que durante los años 70 se bailaba a pleno día detrás de cortinas que simulaban la noche, durante los 80 el lugar hizo furor con su nueva discoteca bajo la famosa cúpula, muy moderna para ese entonces y que se mantuvo hasta hoy.
Los recovecos del inmueble que conforma Las Brujas es otro sello muy característico. Permitió todo tipo de encuentros que terminaron tejiendo las más diversas historias a lo largo de generaciones. Historias que han seguido en la clandestinidad gracias a otra de las características de esta discoteca: la discreción. De hecho el secreto mejor guardado es el origen del nombre de la discoteca. "Ni yo sé. Es un secreto entre mi padre y mi tío, creadores del lugar, que se llevarán a la tumba", comenta Trovero.
Hoy, a unos días de que se cierre Las Brujas, se puede encontrar a un público muy heterogéneo, de diversas edades y en su gran mayoría fiel, que baila todas las noches al son de una música igualmente diversa. En la nave central se escuchan temas de los 80 en adelante, más un cóctel de ritmos tropicales que constituyen la oferta del llamado sector Clásico.
La despedida
"Me han llegado mails muy tristes. Es que hay que saber que para muchos este lugar es muy importante, porque acá le pidieron pololeo por primera vez o matrimonio", dice hoy el gerente general. "De hecho durante todos estos años nos ha pasado varias veces que llegan parejas recién casadas desde la iglesia, antes de pasar a su fiesta, para sacarse una foto en este lugar. Especialmente frente a la laguna con los cisnes y patos".
Con el cierre definitivo se terminan las más diversas relaciones que el público fiel ha mantenido con el lugar. "Como la de una pareja que hace quince años viene religiosamente todos los viernes a bailar a Las Brujas; o para aquellos que se sientan sólo en las plazas donde atiende su garzón predilecto", comenta Trovero.
Para este domingo estará programada una fiesta de fin de año como han sido todas las anteriores, incluido fuegos artificiales. Sin embargo, dado que se trata de una fiesta especial, la venta de entradas ha sido buena, especialmente la del sector VIP.
Un dato para los fanáticos. El 10 de enero será el remate de todos los muebles de Las Brujas, sus discos, el equipo de música, etc. Una oportunidad única para quedarse con algún recuerdo. Eso sí, los cisnes y patos no se los podrá llevar nadie. Serán donados al que mejor los cuide.
La despedida comenzará el domingo 31 a las 21 horas con un cóctel. La cena será acompañada por una banda en vivo que no sólo animará la noche con música, sino que también con concursos hasta las doce.
Para los que pasan la medianoche en su casa, la alternativa es llegar después de los abrazos directamente a bailar a la fiesta, que tendrá cuatro sectores con música independiente. En La Cúpula tocarán música de los 80, 90 y actual. En el sector Clásico se podrá bailar al ritmo de la salsa, merengue y tropical. En la Casona, que es el lugar de la cena, habrá música en vivo. Finalmente, la terraza también estará habilitada para bailar al lado de la famosa laguna junto a los patos y cisnes.
Entrada general: $ 20.000 p/p (sectores cúpula y terraza), con derecho a tres tragos por persona más cotillón.
Entrada sector VIP (con mesa reservada): $ 30.000 p/p (sector tradicional), bar abierto (hasta whisky 6 años, sin bebidas energéticas) y una mesa reservada toda la noche más cotillón.
Valores cena adultos: $ 80.000 por persona. Incluye: cocktail de bienvenida, menú, champañazo de media noche más cotillón.
Valores cena niños (3-12 años): $ 40.000 por persona. Incluye: menú niños y cotillón.
Más información en www.lasbrujas.cl.
La despedida comenzará el domingo 31 a las 21 horas con un cóctel. La cena será acompañada por una banda en vivo que no sólo animará la noche con música, sino que también con concursos hasta las doce.
Para los que pasan la medianoche en su casa, la alternativa es llegar después de los abrazos directamente a bailar a la fiesta, que tendrá cuatro sectores con música independiente. En La Cúpula tocarán música de los 80, 90 y actual. En el sector Clásico se podrá bailar al ritmo de la salsa, merengue y tropical. En la Casona, que es el lugar de la cena, habrá música en vivo. Finalmente, la terraza también estará habilitada para bailar al lado de la famosa laguna junto a los patos y cisnes.
Entrada general: $ 20.000 p/p (sectores cúpula y terraza), con derecho a tres tragos por persona más cotillón.
Entrada sector VIP (con mesa reservada): $ 30.000 p/p (sector tradicional), bar abierto (hasta whisky 6 años, sin bebidas energéticas) y una mesa reservada toda la noche más cotillón.
Valores cena adultos: $ 80.000 por persona. Incluye: cocktail de bienvenida, menú, champañazo de media noche más cotillón.
Valores cena niños (3-12 años): $ 40.000 por persona. Incluye: menú niños y cotillón.
Más información en www.lasbrujas.cl.