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Sólo por esta noche

03 de Enero de 2007 | 00:00 |
Sólo un nombre como éste podría alojarse aún en el recuerdo de más de una dueña de casa de los años ‘90. La Banda del Capitán Corneta nació con la vuelta a la democracia y fue en sí mismo un grupo democrático. Y sus músicos, que estudiaron rigurosamente el lenguaje jazzístico nunca dejaron de vibrar con las guitarras electrizantes y la simpleza de los tres acordes. “Ahora somos más grandes. No nos interesa demostrar todo lo que sabemos. Estamos al servicio de las canciones de tres acordes”, dicen. Este jueves regresan a tocar en vivo en el Club de Jazz, después de una década de inactividad, con la última de sus tres formaciones.

Iñigo Díaz



Doce años más de trayectoria, rock blues y jazz. Arriba: Pedro Rodríguez, Mauricio Rodríguez y Cristóbal Rojas. Abajo: Pancho Rojas y Miguel Pérez. Fue la última de las alineaciones de La Banda del Capitán Corneta. (foto: Héctor Flores).
Fue el 6 de diciembre de 1991. Un curioso telón blanco y pintado a mano advertía al público que se congregó esa noche cualquiera para escuchar swing en el Club de Jazz de Ñuñoa algo que nadie sabía con certeza qué era. Había dos cornetas de ejército cruzadas como escudo de armas y alrededor una leyenda partida en dos mitades que apuntaba “La Banda del Capitán Corneta”. Un grupo nuevo.

Insolencia a los rangos militares o imaginería de carácter fálico. Ambas acepciones calzaban en esta agrupación de jóvenes músicos listos para tocar en un escenario jazzístico por primera vez bajo ese nombre. El Club de Jazz sólo sabía de la existencia del guitarrista Pedro Rodríguez: “Yo creo que la gente del Club pensaba en mí como un músico para perpetuar el jazz clásico tipo dixieland, pero cuando entramos tocando blues a todo volumen delante de nuestro telón, quedó la cagada”, recuerda el guitarrista.

“Yo guardé el telón todos estos años y lo vamos a tener ahí nuevamente”, agrega Pancho Rojas, cantante y autor de ese diseño artesanal. Este jueves 4 de enero La Banda del Capitán Corneta tocará después de doce años de silencio. Y será en un único concierto, en ese mismo espacio, el Club de Jazz, con la última formación antes de separarse en 1995: Pancho Rojas (voz y armónica), Pedro Rodríguez y Mauricio Rodríguez (guitarras), Miguel Pérez (bajo) y Cristóbal Rojas (batería).

Hacía unas tres semanas que los Rodríguez y Pancho Rojas se reunieron a tocar algunas de las canciones que fueron editadas por Alerce en Perros días (1994). “Todos dijimos ‘con bajo y batería esto sonaría increíble’”, dice Mauricio Rodríguez con la memoria muy fresca. Y fue el guitarrista de jazz y director de conciertos del Club Roberto Dañobietía quien instó al trío a regresar como era debido.


Disparen sobre el bajista. Juan Caballero fue uno de los tres hombres del instrumento de cuatro cuerdas. Después de él estuvieron Nelson Arriagada y Miguel Pérez. Este último tocará en la reunión. (foto: El Mercurio).
“Será esta única vez aunque no estamos descartando las opciones de regresar adelante”, dice Pedro Rodríguez, quien se radicará en Estados Unidos por lo menos durante 2007. “Antes de viajar quería sacarme la espina de los Corneta”.

-Ustedes estuvieron algo enfrentados durante este tiempo.
Pancho Rojas: “Yo siento que no había que forzar ningún regreso y que ahora es cuando debimos tocar juntos”.
Pedro Rodríguez: “Adentro de los Corneta había cinco líderes, cinco solistas que tenían mucho que decir. Después, cuando el grupo se separó, eso quedó de manifiesto. Todos fueron activos músicos en sus propios proyectos”.
Cristóbal Rojas: “No sentimos deuda con el público. Básicamente la deuda era con cada uno de nosotros”.

-Las canciones de Perros días quedaron resonando.
Miguel Pérez: “Yo tengo muy claro la banda marcó una parte de la historia de la música chilena en los ’90. Hay mucha gente que quiere escucharnos otra vez. Pero es claro que ahora será distinto. Antes nosotros queríamos mostrar nuestras capacidades como músicos, como instrumentistas. Eso es muy típico en los estudiantes. Ahora sabemos que las canciones mandan y si hay que mantener un ritmo pegado lo hacemos. Va a sonar muy bien”.

Esas canciones clásicas se recuerdan no sólo por sus títulos, “Elena”, “El olor”, “Malas caritas”, “Canción para Lucas”, sino también por el tratamiento que le dieron estos músicos. “No era lo mismo tocar ‘Duros días’ bluseándola así no más, a la manera como la haría cualquier blusero, que como la hicimos nosotros, con otro trabajo armónico”, explica Pedro Rodríguez. Y agrega: “además teníamos una canción como ‘Armonías de un faraón’, que está inspirada en un canto africano que vimos hacer al saxofonista de jazz Pharoah Sanders en un concierto en el Club de Jazz. Poco después de que la tocamos una amiga me dijo que era un plagio a una canción de Youssou n’ Dour (‘Bamako’)”.


Sin culpas. Los Corneta vuelven al Club de Jazz de Ñuñoa, el escenario donde debutaron en diciembre de 1991. "La deuda no es con el público. Es con nosotros", aseguran. (foto: Héctor Flores).
-¿Por qué sólo grabaron un disco?
Pedro Rodríguez: “La vida llegó hasta 1994 con la grabación de Perros días y luego hasta 1995 cuando ni siquiera terminamos de presentarnos en todas las fechas que teníamos para el lanzamiento”.
Pancho Rojas: “Ahí la cosa ya era difícil entre nosotros”.

-Y se supone que además desecharon el ofrecimiento de dos sellos antes de firmar con Alerce.
Pedro Rodríguez: “Alerce nos daba absoluta libertad artística. Le interesaba editar bandas más que guiarlas en el mercado”.
Cristóbal Rojas: “Antes les dijimos que no a EMI y a Polygram”.
Pedro Rodríguez: “EMI quería que le compitiéramos a Aleste”.
Todos: “¡Hay un límite que rompe el deseo / algo nuevo que va más allá!”
Pedro Rodríguez: “Y Polygram una vez nos mandó a La Ley a los camarines de La Batuta para convencernos de firmar. Este cabro (señala a Mauricio Rodríguez) estaba en el colegio. Yo no sé qué le dijiste (señala a Pancho Rojas), porque se fueron altiro”.

Son doce años en el calendario desde ese frustrado (aunque se dice que boicoteado) concierto en Ritoque en enero de 1995, cuando la banda venía de presentar tres noches seguidas su álbum en La Piedra Feliz de Valparaíso. Es un nombre que difícilmente se olvide: “Captain Horn… es divertido porque parece venir de una película pornográfica”, festina Pedro Rodríguez. Si hasta las dueñas de casa recuerdan al grupo que peleó palmo a palmo las preferencias con Los Tres durante unos años. La Banda del Capitán Corneta, otra vez, sólo por una noche.

Club de Jazz
José Pedro Alessandri (Macul) 85, Ñuñoa
326 5065
Jueves 4 de enero, 22.00 horas
$5.000

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