NUEVA YORK.- El director estadounidense Walter Hill es conocido por sus películas de acción, lacónicas y veloces. Pero su mayor logro lo consiguió detrás de bastidores, como coproductor de las cuatro entregas del film de culto "Alien".
Así, Hill, que cumple 65 años este miércoles, es una especie de padrino del clásico de la ciencia ficción premiado con el Oscar.
"Un monstruo en una nave espacial es en realidad una típica película de Clase B", confesó cierta vez sobre la receta del éxito. "Pero pensamos que con la tecnología disponible de imágenes y sonido y con algunos actores realmente de primera clase, podría funcionar. Y así fue".
Cuando "Alien, el octavo pasajero" llegó a los cines en 1979, la película de Ridley Scott estableció auténticos parámetros para el género, no en última instancia debido a que con Sigourney Weaver por primera vez una mujer fue la protagonista principal de un thriller de ciencia ficción.
También el resto de entregas en 1986, 1992 y 1997 fue un éxito que se debe a Hill como productor.
En su trabajo como director y guionista, este cineasta nacido en California se dedicó en cambio casi exclusivamente a los hombres. El pequeño héroe que lucha por su honor en un mundo violento es un motivo siempre presente en las cintas escasas en palabras de Hill, como en su debut detrás de las cámaras en "Hard Times" (1975), con Charles Bronson como boxeador ilegal durante la época de la Depresión, o en la película de gángsters "Last Man Standing" (1995), en la que Bruce Willis intenta sobrevivir en medio de una lucha entre dos bandas.
Hill conoce por sí mismo las estrecheces. Nacido en Long Beach en 1942 como hijo de un trabajador naval, al principio sólo tuvo trabajos ocasionales tras estudiar Historia y Literatura.
Sus guiones le abrieron paso en Hollywood, donde obtuvo puestos como asistente de director de Peter Yates y Woody Allen. En 1972, Sam Packinpah obtuvo mucho éxito con el rodaje de su guión "The Getaway", y en 1978 pudo dirigir por primera vez un guión suyo, con "The Driver": la historia de un gángster especialista en conducir los coches después de los robos.
Muchos de los films de Hill han recibido el calificativo de "violentos". Uno de los que más atención generó fue su western urbano "The Warriors" (1979), sobre los rituales de una banda juvenil en Nueva York, debido a que hubo disturbios en varios cines que lo exhibían.
Su mayor éxito de taquilla le llegó a este experto en las tramas de acción con una comedia, con "48 horas", en la que el testarudo policía Nick Nolte y Eddie Murphy, un ex convicto, van en búsqueda de una pistola perdida.
Después de una serie de western que fueron bien recibidos también por la crítica, en los años 90 se habló poco de Hill en un Hollywood con nuevos nombres. Su experiencia laboral más amarga fue con la historia de ciencia ficción "Supernova" (2000).
Tras la renuncia del director original, tuvo que entrar como solución de emergencia, pero se llevó tan mal con el productor que se salió antes de lo previsto del proyecto y aparece en los créditos sólo con el seudónimo de Thomas Lee.
"No me gusta mirar atrás", dijo cierta vez. "Creo que lo que hay que hacer es pensar en qué es lo próximo que se va a realizar".