SANTIAGO.- Un día antes de cumplirse los 50 años de la muerte de la poetisa y primer Premio Nóbel de Literatura de Chile, Gabriela Mistral, los representantes de su secretaria personal, albacea y gran amiga, la norteamericana Doris Dana, han sorprendido con otra noticia: la encargada de apoyar las labores de la escritora, primero, y defender su obra y su patrimonio, después, ha fallecido a los 86 años el pasado 28 de noviembre en Naples, Florida.
Fue ella misma quién acudió a la clínica la noche del 27 del mismo mes, falleciendo al día siguiente a las 03:00 horas a causa de problemas cardíacos. Dana ya había sido operada al respecto el año 2005 cuando le fue implantado un marcapaso.
A través de un comunicado, Guillermo Scallan y Luis Binimelis dieron a conocer el deceso de quien fue una de las personas más cercanas a la poeta chilena y Premio Nobel.
La razón que dio Scallan para explicar el hecho de que se llega a saber la noticia a más de un mes de ocurrido el deceso, fueron dificultades de comunicación con la sobrina de Doris producidos por cambios de dirección de correo electrónico.
La norteamericana, quien conoció a Mistral en 1946, acompañó a la poetisa en los últimos diez años de su vida, en los cuales también llegaron a cultivar una gran amistad. Así, Dana se convirtió no sólo en protectora de la obra de la escritora chilena, sino también de sus secretos.
Poco a poco iría revelando éstos, convencida de que era necesario poner fin a las especulaciones en torno a la poetisa y de que ello contribuiría a comprender mejor su obra y su legado.
Scallan: Doris no se llevó secretos a la tumba
Guillermo Scallan fue el primero en enterarse en nuestro país, el día de ayer, de la muerte de la albacea de Mistral. Cuenta que el testamento de la norteamericana todavía no se ha abierto y que “eso va a ocurrir durante enero (aproximadamente el 20). Nosotros ya estamos en conversaciones con la sobrina, encargada de ejecutar el testamento, y hay buen diálogo para seguir trabajando con ella”.
Respecto de los dineros que se recauden por derechos de autor y que van en beneficio de los niños de Montegrande, según la última voluntad de la poetisa, Scallan dice que “eso sigue tal cual. No hay dudas frente a la muerte de Doris Dana, porque nos dio un poder que no se extingue con su muerte, por lo que seguimos dando las licencias y cobrando derechos para esos niños”.
El tema patrimonial es otro punto que vuelve a cobrar importancia. Según Scallan, “no está todo claro. Había muchas conversaciones avanzadas entre nosotros con ella y, siempre y cuando se cumplieran las condiciones, estaban las posibilidades de traer todo”.
Con ese "todo" Scallan se refiere a los originales, cartas y manuscritos que Dana habría conservado, y que “había una posibilidad de traerlos, eso sí, si se hacía un lugar que cumpliera con las condiciones de conservación”. El representante cuenta que “estamos trabajando con el Intendente de Santiago (Víctor Barrueto), algo en lo que también está comprometida la Presidenta. (...) Son 40 mil originales y 40 cajas de cartas intercambiadas con los intelectuales de la época. Éstas últimas Doris las catastró y revisó, pero no han sido publicadas ni se han dado a conocer”.
Una de las últimas apariciones de Doris Dana en los medios chilenos, fue en 1999, cuando reveló a la televisión que Yin Yin, hasta entonces conocido como el fallecido sobrino de Mistral, era en realidad su hijo. ¿Habrá llevado Doris algún otro secreto a la tumba? Scallan cree que contó todo. “No sé si habría otras cosas menores que no han sido contadas, pero en principio contó todo.”
Quezada: Dana ya no poseía material trascendente
Para Jaime Quezada, presidente de Fundación Premio Nobel Gabriela Mistral, “que se haya conocido la noticia del fallecimiento, justo cuando se van a cumplir 50 años de la muerte de Gabriela Mistral, no deja de ser sensible”.
“Se siente un pesar y en ese pesar se expresan gratitudes a Doris Dana que de muy joven tuvo esta relación tan personal como su secretaria [sic] y, posteriormente, como albacea. Mi gratitud va hacia ella, a esta mujer que acompañó hasta el último minuto de su vida a Gabriela Mistral”, comenta Quezada, para el cual ahora se rebelará “el mundo muy personal, íntimo, secreto, enigmático y misterioso que siempre tuvo Dana”.
Contrario a Scallan, al presidente de la Fundación “los manuscritos, cajas y sobres, que puedan estar en algún lugar, en realidad no me preocupan. El tema principal no son esas cajas, lo que importa es lo que ya tenemos: su obra, sus libros. A eso hay que contribuir, a que se conozca mucho más”.
Con respecto a lo anterior, cuenta que “cuando Doris Dana pasó por acá en enero de 2000, en un viaje muy privado e íntimo, se le hizo esta pregunta [sobre los documentos que posee], y ella dijo que a estas alturas no tenía nada trascendente e importante de ella, salvo diplomas, medallas, distinciones. Y yo le creo”.
El viaje a que Quezada hace referencia, no fue una visita formal, sino una escala de sólo unas horas que Dana hizo en Valparaíso, mientras realizaba un periplo en un crucero.
Quezada agrega que “la mayor parte de esa documentación está en la Biblioteca del Congreso, en universidades y en una biblioteca especial que se creó en la Universidad de Columbia, en Nueva York. De quedar algo, debe ser muy poco”.
En cuanto al tema de los derechos de autor destinados a los niños de Montegrande, Quezada opina que “a estas alturas seguir hablando de esto ya no corresponde. Las cosas se han cumplido”.
Al igual que Scallan, Quezada tampoco cree que aún existan secretos en la vida de Gabriela Mistral. “Ni siquiera porque Doris Dana haya contado aquello (que Yin Yin sea su hijo). Nadie guarda secretos en su vida, Gabriela Mistral de alguna manera los habría deslizado en alguna carta, en algún testimonio, en algún poema”.
Se efectuará una misa a las 19:30 horas mañana miércoles en la Iglesia de San Francisco de Alameda, en memoria de Doris Dana y Gabriela Mistral.
Mañana, 10 de enero, se cumplen 50 años de la muerte de la Premio Nobel chilena.