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Nivia Palma: "El diputado Errázuriz no tiene mucha idea de lo que habla"

La directora de Bibliotecas, Archivos y Museos asegura que no puede reclamar por materiales por los que nunca hubo apropiación ilícita, por lo que llama a esperar la lectura del testamento de Doris Dana.

12 de Enero de 2007 | 17:53 | Sebastián Cerda, El Mercurio Online
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El Mercurio

SANTIAGO.- La confusa polémica en torno al legado de Gabriela Mistral no dejó indiferente a la directora de Bibliotecas, Archivos y Museos, Nivia Palma, a juicio de quien las posturas y acciones que algunas autoridades han emprendido hasta ahora están derechamente erradas.


Es el caso de los intentos del diputado Maximiano Errázuriz por traer a Chile manuscritos de la poetisa que se encuentran en Estados Unidos, o de organismos como la Municipalidad de Providencia, en cuanto a crear un archivo que reciba dichos documentos.


"No se trata de reclamar al gobierno norteamericano la devolución de materiales, porque en ningún caso ha habido apropiación ilícita de esos documentos. En su momento, Doris Dana consideró que era pertinente entregarlos para su custodia, entonces habrá que esperar lo que diga el testamento de ella para saber qué va a ocurrir con ese material", explica.


Y en la eventualidad de que esos manuscritos llegasen efectivamente a Chile, la directora de la Dibam defiende el mejor derecho de lugares como la Biblioteca Nacional para recibirlos. "La Biblioteca Nacional tiene un archivo del escritor con más de 200 mil manuscritos de autores chilenos relevantes, y que nace precisamente con la donación de originales de obras de Gabriela Mistral, efectuadas por Laura Rodig y Doris Dana. Acá está el fondo documental de Gabriela Mistral más importante de Chile, por lo que me parece insólito que se hable que no existe archivo alguno y que habría que crearlo. Si hay un lugar en que los manuscritos de Gabriela debieran estar es la Biblioteca Nacional".


Palma recuerda con molestia comentarios que aluden a falta de voluntad de los gobiernos e incluso a disputas entre instituciones, como razones por las cuales los manuscritos de Gabriela Mistral no se encontrarían en Chile. "La única decisión que en su momento molestó profundamente a Doris Dana y que obviamente hizo que las cosas se complicaran fue adoptada durante la dictadura, que declaró que los derechos de propiedad estaban en dominio público. Eso en la democracia se derogó", afirma.


En ese conflicto participó el diputado Maximiano Errázuriz, como parte de la Editorial Andrés Bello. ¿Cree que eso lo desautoriza para realizar las gestiones que hoy intenta?
Primero, creo que el diputado no tiene mucha idea de lo que está hablando ni de las gestiones que tiene que hacer. Me habría encantado que en un gesto de consideración y humildad, y de reconocer que no eran temas que él conocía, hubiera llamado a la Biblioteca Nacional y hubiera consultado por los procedimientos a seguir. Pero además, él participó de una iniciativa que fue la vulneración de los derechos de Gabriela Mistral y de su voluntad, y que generó el cuadro complejo con Doris Dana, que duró muchos años. Además, poner en cuestión la voluntad de Gabriela Mistral, me parece de muy mal gusto, si uno de verdad respeta su vida y su obra.


Respetar la voluntad de Gabriela Mistral, ¿implica respetar la decisión que sea que tome Doris Dana, a través de su propio testamento?
Uno quisiera, como ciudadano del mundo y de Chile, que esos materiales estuvieran a disposición de toda la humanidad y que estuvieran en nuestro país. Pero hay que reconocer que en su época Chile no estuvo a la altura de Gabriela Mistral, y eso generó dolores. Y la gran amistad y apoyo que encontró en Laura Rodig y Doris Dana, hacen que tome esa decisión (de declararlas sus herederas), pero siempre pensando en los niños de Elqui. Ahora hay que ser respetuosos y esperar la lectura del testamento.


¿Está la Biblioteca Nacional en condiciones de recibir esos supuestos 40 mil manuscritos?
Por cierto, el Archivo Nacional alberga más de 80 millones de documentos en perfectas condiciones de preservación. Y me parece también bien insólito esto de la comuna de Providencia. Yo no sé qué habría sentido la propia Gabriela, que tuvo un compromiso con los más pobres del país, con las causas democráticas, al saber que esa comuna, con un alcalde que fue participante activo de una dictadura, quiere que esté su archivo allí. No hay coherencia.

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