SANTIAGO.- El músico Jorge Coulon, integrante histórico de una de las formaciones del conjunto Inti-Illimani que disputan el uso legal de ese nombre, salió al paso del reciente fallo con que la Corte Suprema dejó el caso en manos del abogado Roberto Garretón como árbitro designado originalmente por ambas partes.
Coulon objetó tanto la competencia del abogado en el caso como la conocida resolución que tomó frente al conflicto, cuando en noviembre de 2005, mediante una medida precautoria del arbitraje, facultó a ambos grupos a usar el nombre, cada uno con un adjetivo específico: Inti-Illimani Nuevo (la formación de Coulon) e Inti-Illimani Histórico (la formación que dirige Horacio Salinas).
"Este fallo en ninguna de sus partes menciona siquiera que pueda o deba ninguno de los involucrados incurrir en la alteración, división ni deformación de la marca Inti-Illimani, debidamente registrada y por lo tanto sometida a la jurisdiccion marcaria vigente en nuestro país", dijo respecto del conflicto Coulon, quien además argumentó que el plazo legal para el arbitraje de Garretón expiró en septiembre pasado.
"La ley establece que un arbitraje tiene un plazo máximo de dos años para llevar a cabo su cometido. Si en ese período el árbitro no emite sentencia, su mandato decae, se acaba, termina, así como todas las medidas que haya dictado en el ejercicio de su mandato. Ese plazo de dos años se cumplió hace ya cuatro meses", señaló.
"Por lo tanto la jurisdicción arbitral del señor Garretón para conocer de las diferencias entre los socios de la Sociedad Creaciones Musicales Inti-Illimani Ltda. no existe, no tiene vigencia legal".
La marca Inti-Illimani pertenece en efecto a la Sociedad Creaciones Musicales Inti-Illimani Limitada, integrada por seis miembros históricos del grupo que hoy están alineados en los bandos opuestos. Tras la mencionada medida del árbitro, tres músicos que trabajan en la formación de Coulon –Manuel Meriño, Daniel Cantillana y Christian González– presentaron en febrero de 2006 una denuncia por infracción a la ley de propiedad industrial, a partir de la existencia previa de un contrato que cede el uso de la marca a esa alineación, y sobre el principio de la indivisibilidad de la marca comercial.
"Nosotros no podemos más que llamarnos Inti-Illimani, porque es contrario a la ley alterar o deformar una marca registrada", sostiene Coulon. " Desde luego nos parece una anomalía que, siendo Inti-Illimani una marca registrada, pueda impunemente aparecer otro grupo que haga uso de ella sin mediar acuerdo ni contrato alguno. Si esto ha sucedido así es porque, como justamente le reclaman a Chile, la protección de los derechos intelectuales e industriales en nuestro país es muy deficiente".
¿Qué se supone que pasará en términos técnicos en el caso? ¿Para dónde sigue?
"El arbitraje, de acuerdo a la ley, está terminado desde septiembre de 2006. Técnicamente hemos vuelto desde septiembre pasado a la situación de agosto del 2004, antes de la intervención del árbitro".
"En cuanto al destino judicial de la protección de Meriño, Cantillana y González, la Excelentísima Corte Suprema los obliga a pedir al señor Garretón que levante las medidas que los afectan", agrega, aludiendo al reciente fallo de la corte. "Garretón no puede hacerlo porque ya no es árbitro."
"Entonces tendrán que recurrir a la Corte de Apelaciones y explicar que la Corte Suprema los envió a un tribunal cerrado desde hace meses. La Corte de Apelaciones ya falló en esa causa acogiendo la protección, por lo que volveríamos a la situación de seis meses atrás."
" Si (Horacio) Salinas nuevamente apela a la Corte Suprema, ésta tendría que volver a fallar como falló y mandarlos de vuelta donde Garretón. Si en algún paso de este carrusel alguien falla distinto, la seriedad de todo el proceso es realmente discutible. ¿Está muy lejos Kafka?"
¿Hay posibilidades de volver a designar a un árbitro de común acuerdo entre las partes? ¿O ya no van a transar en eso?
"Nosotros hemos sido víctimas de todo tipo de vejámenes y falsedades. Los músicos que fueron invitados a incorporarse y que han jugado un papel fundamental en la continuidad y el repotenciamiento del grupo han sido ninguneados y poco menos que tratados de usurpadores, en circunstancias que se les llamó y existe con ellos un contrato que los ampara en el uso del nombre de Inti-Illimani."
"Hemos sido también gravemente dañados en lo profesional, situación que afortunadamente se ha comenzado a revertir en la medida que quienes nos contratan entienden y comparan. El nombre del grupo ha sido sometido a un gran descrédito, situación también que estamos remontando".
Coulon acusó además la existencia de poderes fácticos a favor de la formación de Inti-Illimani Histórico. "Es impresionante cómo no se han respetado las normas más elementales del debido proceso, cómo se han dictado resoluciones que en la práctica significan ponernos ante la disyuntiva de desacatar al árbitro o desobedecer la ley. Hemos sentido en más de una ocasión el peso de los poderes fácticos (los de ahora…), pero nos hemos mantenido firmes en la defensa de nuestro derecho."
"Seguiremos luchando por imponer el derecho por sobre el capricho, la ley por sobre los compadrazgos o los padrinos. Inti-Illimani es eso, ha sido siempre eso. Creer que un grupo como el nuestro es sólo un fenómeno técnico musical es no entender nada, ni de su historia, ni de su música, ni de su relación con el público".