Adelante están Pérez y Gallardo, atrás Lecaros y Lecaros. La apuesta joven es la única chilena en este evento.
Iñigo Díaz
Andrés Pérez, saxo tenor (foto: Gonzalo López). |
Lo dijo César Luis Menotti cuando dirigió a la selección argentina en la Copa del Mundo 1978. Y lo practicó en la cancha hasta llegar a la final y, obvio, ganarla: "En el fútbol juegan las pequeñas grandes sociedades". Colaboraciones mágicas de uno y otro, como Tarantini y Bertoni, o Ardiles y Kempes, tipos con patillas, melenas onda disco y sintonía fina con su compañero.
Contracuarteto es mucho más que el único jazztet que actuará en la próxima versión del Festival Providencia Jazz, la noche del jueves 18 de enero, entre dos guitarristas de peso histórico como son Al Di Meola y John Scofield. Contracuarteto es una evidencia jazzística de que las sociedades bilaterales son partes que suman un todo mucho mayor.
Desde la Mini Ellington
Cristián Gallardo, saxo alto (foto: Claudio Vera). |
En este proyecto musical no hay patillas ni cabelleras frondosas. Sí bigotes tipo Salvador Dalí, anteojos retro de marco grueso estilo Michael Caine y un par de buenas barbas como las de las fotos. Dos sociedades que se cristalizaron en puntos distantes de la ciudad (una en Ñuñoa y otra en Conchalí) y que se unieron por primera vez alguna noche de 2002 en el Club de Jazz.
Ocurrió cuando los saxofonistas promovidos por la Conchalí Big Band, Andrés Pérez (23) y Cristián Gallardo (23), acudieron ahí a participar de una jam session y se encontraron con el pianista y violinista Roberto Lecaros. El profesor de jazz los instó a integrarse a su plantilla músicos y a tocar en una particular banda llamada Mini Ellington.
Roberto Lecaros Jr, contrabajo (foto: César Fonseca). |
"Ahí tocaba toda la generación de primeros egresados de la Conchalí bajo la dirección de don Roberto: el trombonista Jorge Prieto, el bajista Cristián Orellana, el baterista Sergio González. Y en esa casa con Cristián Gallardo, que éramos inseparables desde los doce años, conocimos a sus dos hijos músicos: Roberto (28) y Félix (26)", recuerda Pérez, el de los bigotillos que también llamaron la atención del brasileño Ed Motta, quien lo contrató como tenorista de su banda pop psicdélica en Río de Janeiro.
"Siempre pensé que había que tocar música propia y con Contracuarteto hemos logrado algo potente. No lo veo como un nuevo tipo de jazz, sino como un grupo con identidad, con mucha fuerza, que a veces puede ser agresivo y otras, muy sutil. Ni siquiera sabemos qué puede pasar cuando estamos tocando. Quizás una diferencia con otros grupos es que nos afiatamos muy bien", dice Roberto Lecaros Jr.
Félix Lecaros, batería (foto: Gonzalo López). |
Contracuarteto aborda un formato que fue explorado por el baritonista Gerry Mulligan en los años 50, por el altoísta Ornette Coleman en los 60 y por el baterista Elvin Jones en los 70.
Es la llamada pianoless band, agrupaciones "sin piano", el instrumento que teóricamente ordena la música al desplegar las armonías de una composición. Aquí no hay piano, por lo tanto la tarea se dobla para todos los músicos.
Cristián Gallardo: "Las walking basses (líneas del contrabajo) sugieren la armonía de la composición desde atrás, pero con los saxofones nosotros componemos como un entramado. El tenor toca una nota y el alto otra y así se construye el sentido armónico de la música. Después nos largamos a hacer solos de manera intuitiva. Conocemos bien nuestras composiciones. Es casi imposible salirse de la armonía. Yo no pienso nunca: toco".
-¿Y la batería?
"Nunca he visto un baterista que pueda hacer melodías tan claras a través de la percusión como Félix Lecaros. Es otro punto importante y en la composición "Dos minutos", donde realiza un solo, la gente se podrá dar cuenta de lo que es esto".
Como esa pieza hay más material ciento por ciento genuino. "Bipolaridad" es uno, "Atenalp" es otro, y "Sin permiso" es la más insolente de todas en términos de nervio, velocidad y fuerza interpretativa. "Es curioso, salvo Félix, nosotros tres tenemos personalidades muy piola. Tocando nos transformamos", dice Pérez. Contracuarteto, dos pequeñas grandes sociedades que juegan en otras canchas: Pérez y Gallardo adelante, Lecaros y Lecaros atrás.
"Cuando estábamos en la Conchalí Big Band (la misma orquesta que tocó este fin de semana gratuitamente con la cantante Claudia Acuña), estudiábamos mucho. Todos los días, en vez de jugar fútbol, estudiábamos jazz", recuerda Pérez. Gallardo complementa: "Y ahora nos pasamos jugando fútbol... y no estudiamos nunca".