Gilberto Ponce
En los meses de verano es común que nuestras agrupaciones musicales ofrezcan conciertos de extensión. Y es también una oportunidad de dar a conocer a un público nuevo un tipo repertorio que pueda motivarlo a convertirse en un auditor de las salas de concierto durante el resto del año.
Son programas breves con obras de fácil audición. En este caso, la Orquesta Filarmónica del Teatro Municipal bajo la conducción de José Luis Domínguez, se presentó en el Boulevard del Parque Arauco, como una de las actividades de carácter cultural que organiza ese centro comercial.
El lugar resulta poco apropiado para este tipo de espectáculos, pues mucha gente transita, come, llega o sale de los cines. Y las presentaciones musicales quedan entonces en condiciones bastante incómodas.
No obstante lo anterior, lo más destacable fue el profesionalismo de los músicos de la orquesta para sobrellevar las adversidades. No sólo ignoraron esas dificultades inicial, sino que debieron también luchar contra el viento que amenazaba con volar las partituras de cada atril. Además la amplificación fue plana y sin matices y aquí los músicos también debieron luchar, pero contra el ruido ambiental.
Domínguez condujo con mano clara las tres obras del concierto, las que no fueron anunciadas ni en volantes, ni por parlantes. Una, la obertura “La Gruta del Fingal” de Felix Mendelsohnn, que recibió una interpretación bastante formal, con momentos de hermoso sonido en las maderas.
Después se escuchó otra obertura, de la ópera “Don Giovanni”, de Wolfgang Amadeus Mozart. En este caso el rendimiento fue muy superior —aquí los requerimientos instrumentales son menores—, con fraseos e intencionalidad muy clara, además de un el estilo bastante certero.
La “Sinfonía Nº 5 en Si bemol mayor” D 485 de Franz Schubert finalizó la presentación. Y aquí los encargados de la amplificación aumentaron los volúmenes, distorsionando el sonido instrumental. A pesar de ello fue posible escuchar un hermoso y expresivo sonido en el segundo de sus movimientos o ese carácter popular del tercero, con interesantes diálogos entre familias, así como los claros fraseos del jubiloso y elegante cuarto movimiento.
El público que siguió atentamente el programa, aplaudió entusiasta y agradecidamente este regalo inesperado. Desde ahora se observa un conjunto que lucha por lograr una nueva identidad musical y donde José Luis Domínguez tiene una voz importante.