SANTIAGO.- La música de una banda en vivo y los gritos de los niños, que llegaron en gran número junto a sus padres a la Plaza de Armas, lograron sacar de su cama a la "Pequeña Gigante" que dormía desde ayer en el centro de la capital.
Apenas abrió los ojos la marioneta que pesa cerca de una tonelada, las 25 mil personas que esperaban desde la madrugada su despertar, se emocionaron y celebraron con gritos la reanudación del espectáculo a eso de las 10:45 de la mañana.
Los niños eran los más sorprendidos, mientras unos la disfrutaban con aplausos y caras de asombro, otros temían ser aplastados por la Pequeña Gigante y preferían refugiarse tras sus padres.
No era para menos. La pequeña se levantó de su cama y tomó una ducha con agua refrescante para despertar y estar atenta al rinoceronte. Con la ayuda de los "liliputienses", como se hacen llamar los integrantes de la compañía que acompaña a la muñeca, se puso su vestido verde, calcetines blancos y zapatos cafés, como si se tratara de una niña de verdad.
Luego del aseo mañanero, instalaron a la estructura de madera y metal en su grúa para que caminara por calle Catedral y Esmeralda hacia el museo de Bellas Artes. En el camino, siguió los pasos de un instructor deportivo y empezó a hacer ejercicios. Primero, enlongó sus brazos de un lado a otro y después hizo flexiones con sus piernas.
Unas cuadras después y sin pudor alguno, hizo pipí frente a toda la gente que observaba el recorrido de la búsqueda del animal que hasta ahora sigue escondido. Luego, cansada de caminar, se subió arriba de un auto blanco para movilizarse unos metros y apurar el paso.
Después, retomó su aventura comiéndose un helado. Sacó su lengua unas seis veces para probar su sabor, lo que provocó una gran emoción en el público. Recibió aplausos y gritos de todos por su gracia. "Que lindo como mueve su lengua de abajo hacia arriba", decían unos niños cuando la miraban comer.
Ya en el frontis del Museo de Bellas Artes, se sentó y se quedó dormida nuevamente, donde permanecerá roncando hasta las 17:30 horas.
Al despertar, se trasladará hasta la plaza de la Constitución, frente a La Moneda, para pedir la ayuda del gobierno en su aventura. Allí acampará, lejos de la trampa que tiene preparada para no despertar sospechas.
Según lo señalado por los organizadores del Santiago a Mil, la Pequeña Gigante prometió que mañana será la captura. Lo que ocurrirá a las 17:00 horas, cuando el rinoceronte aparezca enjaulado en Plaza Italia.
Después de los disturbios de ayer, hoy hubo mucho más control en el recorrido de la marioneta. Gracias a las barreras papales que bordeaban las calles y los cordones humanos de Carabineros, se delimitó el camino. La gente pudo seguir el espectáculo desplazándose en forma normal, a pesar de la gran expectación que provoca la niña.