MONTEVIDEO.- Considerado el más largo del mundo por su duración, el Carnaval arrancó en Uruguay, donde el Rey Momo de la farsa y la alegría reinará hasta fines de febrero.
Más de 70 conjuntos iniciaron en la noche del lunes el llamado concurso oficial de los participantes, murgas, comparsas de negros y "lubolos", humoristas que, luciendo vistosos ropajes, pugnarán en cada categoría por el halago de un primer puesto.
El concurso oficial se realiza noche a noche en el Teatro de Verano de la zona del parque Rodó, donde el público identifica a sus favoritos con sus vítores y aplausos.
En realidad, el Carnaval comenzó el jueves pasado con el tradicional y controversial desfile de los conjuntos por la avenida 18 de Julio, la principal del centro montevideano.
Pero, como al igual que en otros aspectos, el costo de la vida se hace sentir, los conjuntos apelan a patrocinadores que les permitan financiar sus gastos. Esto motiva el desfile de las marcas que los financian, en una mezcla de publicidad y bullicio.
En esta ocasión, como condimento extra, un error en la suma de votos de un jurado especial determinó que en vez de una Reina de Carnaval haya dos, decisión salomónica para subsanar el insólito yerro.
Además del concurso oficial, los conjuntos actúan noche a noche en distintos escenarios de Montevideo. Antiguamente en los famosos tablados ubicados en las barriadas, de los que hoy sólo queda un puñado; ahora en clubes deportivos o sociales.
La picaresca de la murga, que mezcla la política abiertamente en muchas oportunidades, es uno de los polos de atracción del Carnaval uruguayo.
Las comparsas de negros y "lubolos" son asimismo las que se llevan la atención, y tienen su propio Desfile de Llamadas por las calles de los barrios Sur y Palermo, parte de la cuna de la negritud uruguaya.
Es uno de los puntos sobresalientes del Carnaval que se realizará el mes próximo y donde miles de personas se ubican en sillas especialmente contratadas o en los balcones o azoteas que alquilan algunos vecinos a quienes quieran ver el desfile.
Aunque no hay detalles, se informó que decenas de turistas extranjeros estarán acudirán en las Llamadas, equivalente simbólico al tam-tam de la selva, donde las tribus africanas se llamaban entre sí con distintos elementos.
Comparsas con sus cuerdas de tamboriles repicando en distintos tonos, luciendo sus atuendos con reminiscencias de África negra, desfilan cuadras y cuadras hasta tener una de sus manos ensangrentadas de tanto golpear las lonjas, mientras con la otra las golpean con un palo especial.
Estos conjuntos son encabezados por el cuerpo de bailarinas que contonean sus cuerpos con minúsculos atuendos de plumas, la tradicional mama vieja, el curandero que antaño oficiaba de médico y el escobero, que luce su destreza haciendo malabares con una pequeña escoba.