El baterista de la influyente banda metalera californiana adelanta cómo será la visita del grupo a Chile el 13 de febrero, se refiere a su reciente disco,
Saturday night wrist (2006) y también regala un vistazo de vida cotidiana estadounidense. Bush cae en las encuestas, dicen las noticias. Abe Cunningham toma el teléfono y da una imagen real de la misma noticia.
David Ponce
Noticias desde el imperio: "El descontento aquí aumenta”, reportan los Deftones, poco antes de su regreso a Chile desde EE.UU. "La mayoría en el país no está en absoluto feliz con lo que está pasando. (Bush) es un loco, man". (fotos: Warner). |
No hay dos impresiones. Deftones se disponen a tocar en los próximos días en México, Brasil, Argentina, Venezuela y Chile entre otros lugares del continente, y sobre nuestro país el recuerdo del grupo que lidera el cantante Chino Moreno es vívido dentro del contexto regional.
"Hace tres años fue nuestra primera vez, fuimos a Rock in Rio, creo que fueron cuatro shows también en Buenos Aires y en Chile. Y fue salvaje", rememora el baterista del grupo, Abe Cunningham, al teléfono en Los Angeles. "Recuerdo a los fans escupiendo por completo a Chino", sonríe.
–Todos se detienen en ese detalle. Bastante inolvidable, ¿no?
"Oh sí. Fue bastante impresionante. Pero fue muy estimulante estar ahí. Siempre habíamos querido ir a tocar, y fue asombroso. Fue todo lo fuerte que pudo ser, además que era una ciudad bonita, lo pasamos muy bien. Así que queríamos volver, y aquí estamos".
–Una sola cosa sobre el asunto de los salivazos. ¿Cómo lo tomó Chino Moreno? ¿Les ha pasado en otros lados?
"No, no. Básicamente ahí. Lo habíamos escuchado antes: gente que nos decía ‘Hey,
man, si les gusta tu grupo se pondrán a escupir’. Está bien. No podíamos
fucking creerlo", se ríe. "Fue chistoso".
–¿Han notado que haya algo en común entre los públicos latinoamericanos para los que han tocado?
"Pienso que hay muchas similitudes en el modo en que ustedes se comportan, en pasar un buen rato y relajarse, en esa ‘positividad’ en la que todos son bienvenidos y es posible hacer amigos de todas partes del mundo. Pienso que se trata de pasarlo bien. Y sentirse bien".
–Luego de Sudamérica pasan directo a Japón. ¿Cómo repercuten experiencias tan drásticas en el grupo?
"Es asombroso. Tenemos la oportunidad de hacerlo como parte de nuestro trabajo. Tenemos mucha suerte de hacer lo que hacemos. También es un cambio increíble pasar de un continente al siguiente, el cambio de atmósfera, pero cuando estamos de gira entramos en una especie de onda imposible de detener; no importa qué hora sea o dónde estemos: se trata de ir, ir, ir, tocar, tocar, tocar. Pero son grandes cambios, incluso para tu cuerpo, estar en un lugar y luego al otro lado del mundo".
–¿También son cambios musicales, para el concierto, para las canciones que tocan? ¿O un show de Deftones es siempre el mismo show de Deftones, no importa dónde sea?
"No, creo que tratamos de mantener lo mismo para cada uno. Las canciones dependen de si qieremos tocar cosas nuevas… siempre tratamos de tocar música fresca, para nosotros y para los que escuchan. Pero tratamos de mantenerlo universal,
man".
Deftones, los hermanos mayores
Entre músicos estadounidenses tan diversos como Korn o, más tarde, Limp Bizkit, Slipknot o System of a Down, que renovaron la música metalera en los años ‘90 con herramientas distintas como el rap, una nueva agresividad o una sensibilidad más intimista, Deftones es uno de los más interesantes grupos de esa época, y esta vez llegarán a presentar su disco
Saturday night wrist (2006), el más nuevo luego de los influyentes
Adrenaline (1995),
Around the fur (1997),
White pony (2000) y
Deftones (2003).
"Vamos a tocar cuanto podamos, creo, entre una hora 45 y dos horas", adelanta el baterista. "Vamos a tocar nuevas canciones, pero también haremos una buena mezcla de todo".
–¿Qué es lo más antiguo que están tocando?
"Tocamos canciones de cada disco, definitivamente. Todo está incluido. Da una confianza especial tocar las cosas viejas, con las que la gente está más familiarizada. Pero al mismo tiempo tenemos que mostrar estas nuevas canciones también. Tienen que empezar en algún punto".
El grupo grabó su disco con el experimentado productor rockero Bob Ezrin, después de haber considerado la posibilidad de trabajar con Dan
The Automator Nakamura, uno de los hombres tras el primer fenómeno de Gorillaz en 2001.
"De hecho trabajamos con Dan como por una semana", recuerda Cunningham. "Él iba a hacer el disco, pero después apareció Bob (Ezrin) y nos pidieron que nos juntaramos con él. Yo estaba de veras entusiasmado, porque me encanta Pink Floyd y él está entre la gente que ha trabajado con ellos. La elección fue con Bob. Pero Dan fue asombroso y en realidad tengo mucha curiosidad sobre cómo habría resultado un disco con él".
–¿Tal vez habría sido un disco más experimental?
"No tengo idea. Sólo tengo curiosidad. Tenemos que tratar de hacerlo de nuevo. Me encantaría que trabajáramos con él en el futuro, porque es un tipo realmente
cool y me encantan las cosas que ha hecho".
–¿Cómo se dio "Mein", el nuevo single, donde Chino canta a dúo con el cantante de System of a Down?
"Sí, conocemos al tipo de System (Serj Tankian) desde hace varios años ya. Somos amigos, tocamos juntos y básicamente en esa canción la música estaba hecha y Chino estaba probando diferentes cosas para cantarla. Nosotros le decíamos que la terminara, y él trataba y trataba, así que un día se juntaron y resultó muy buena onda".
–¿Es interesante porque son como grupos hermanos, de algún modo, como parte de una generación?
"
Yeah. Me encanta System, se transformaron en un grupo realmente sorprendente. Desde el primer disco hasta ahora han crecido de verdad y son un grupo de verdad serio, en las letras también tienen algo que decir. Para mí son un ejemplo, y además somos amigos, así que está bien. Sí creo que es una generación".
–¿Y es la misma generación? ¿O Deftones son como los padres?
"Sí, algo así, pero sólo un poco. Es chistoso".
–No los padres, pero sí los hermanos mayores.
"
Yeah. Los hermanastros".
Demografía: California y EE.UU. a pequeña escala
–¿Es ése otro efecto de hacer una gira por Sudamérica: darse cuenta de la influencia que grupos como Deftones tienen entre otros grupos más chicos? ¿Tienen la ocasión de juntarse con grupos locales cuando van de gira?
"Sí, claro. Siempre tengo curiosidad por eso, y todo el tiempo hay gente que nos pasa sus discos y los escuchamos. Es bastante loco. Para mí el sentido de estar en un grupo y salir a tocar es algo más natural, pero supongo que con el tiempo uno se transforma también en una influencia, los que es realmente extraño. Uno aprendió de alguien y después otro aprende de ti. Todo es circular".
–¿Llegana sentir algo así como una "responsabilidad" por esa influencia?
"Creo que está bien. No sé cómo tomarlo, en realidad. También nos pasó lo mismo cuando éramos jóvenes. Y ahora somos un poco más viejos y nos toca ver a jóvenes muy entusiasmados. Me encanta eso".
–¿Cómo se plantea un disco nuevo después de haber cambiado en más de un modo la forma de tocar metal en el pasado? ¿Es difícil hacer más discos pensando que tienen que hacer algo nuevo otra vez?
"Es posible que sea difícil, pero con franqueza no creo que pensemos mucho en eso, en realidad. Sí, tal vez fuimos una influencia y estuvo bien, pero en realidad lo que tratamos de hacer es música que nos haga felices. Además hay tantas otras cosas en las que pensar, que lo principal es conseguir que uno disfrute y que la gente disfrute con la música de uno. No pienso mucho más en eso. Hay tantas cosas en las que pensar y que están pasando en este mundo más que en el sonido de una guitarra".
–¿Cuáles mencionarías?
"Muchas. Espero lo mejor para todo el mundo, siempre estoy pensando de un modo positivo. Por ejemplo, la persona que dirige mi país. Van a pasar dos años más para que haga lo que piensa que tiene que hacer, y es desagadable. El descontento aquí aumenta. Hay mucha, mucha, mucha, mucha gente que… la mayoría en el país no está en absoluto feliz con lo que está pasando. Es un loco,
man. Todo huele muy mal, el abuso de poder… es un idiota, es la verdad".
–¿Están más optimistas ahora, con una mayoría demócrata en el Congreso, son cambios esperanzadores?
"
Yeah. Quisiera ser optimista y sí, hay cosas que están cambiando".
–Como parte de un grupo de rock se supone que tienen una herramienta para manifestar eso. ¿Les interesa el lado político de tocar rock?
"Bueno, nunca hemos sido muy políticos como grupo. Pero soy un padre, también, tengo dos hijos y estoy pensando en eso también: en que hay asuntos pesados que discutir", suspira. "Pero al hacer música esperamos que también eso dé convicción a la gente. Hay músicos que sí levantan una voz política, no sé si nosotros lo hayamos sido alguna vez. Creo que hay gente que lo hace mejor".
–¿Bueno, Rage Against the Machine, que son una referencia para ustedes, por ejemplo?
"Sí, creo que es así. U2, por ejemplo: es un grupo inmenso, vienen haciendo una misión por largo, largo tiempo en relación con los derechos humanos…"
–¿Tal vez tiene que ver más con hechos que con declaraciones? ¿El simple hecho de que en un grupo como Deftones conviva un cantante latino con compañeros de otros orígenes, o que System of a Down sea un grupo de orígenes inmigrantes… son también declaraciones políticas?
"Sí. Puedes comunicar cosas por el simple hecho de hacerlas. El modo en que nuestro grupo está armado es para mí una muestra del modo en que son las cosas en California: todo mezclado, todo tipo de gente. Ese es el modo en que crecimos también, entre diferentes culturas, y de todas puedes tomar buenas cosas".
–¿Es importante para ustedes haber crecido en los ‘80, en la música que creciste escuchando, determina el sonido de tu grupo en un modo?
"Sí. Definitivamente venimos de los ‘80, y es chistoso, porque toda esa música está viniendo de nueva".
–¿Te sientes un poco más viejo por eso? Ahora es nostalgia por los ‘80.
"Me siento joven. Me siento joven y vivo", sonríe. "Wow".