Gran expectación periodística ha generado la muerte de la modelo y ex conejita Playboy. La prensa montó guardia en las afueras del hospital.
EFEMIAMI.- Un halo de misterio continúa rodeando a la muerte de la ex conejita Playboy Anna Nicole Smith. Sin embargo, las dudas deberían quedar despejadas hoy, cuando médicos forenses le practiquen la autopsia que determine cuál fue la razón que la llevó al colapso en un hotel de Florida.
Smith falleció ayer a los 39 años en un hospital de Miami, luego de que paramédicos y guardaespaldas intentaran infructuosamente aplicarle maniobras de resucitación en la habitación en que se hospedaba, en la reserva indígena de Seminole.
"La causa de la muerte será determinada por un forense", dijo el jefe de la Policía tribal, Charlie Tiger, cuya oficina inició una investigación sobre el incidente, ocupando la habitación el jueves para preservar cualquier tipo de prueba si se determinara que hubo irregularidades en su muerte. Tiger, sin embargo, aclaró que las autoridades no han tratado el caso como un crimen o suicidio, inicialmente.
Joshua Perper, médico forense, no dio un plazo para terminar con los exámenes, que deben comenzar por la mañana. "A veces los hallazgos son muy obvios al momento de la autopsia. A veces los hallagos son más sutiles y requieren exámenes microscópicos y químicos adicionales", dijo Perper.
"Las celebridades, cuando mueren, crean gran interés público (...), entendemos eso completamente, y vamos a asegurarnos de que nuestro trabajo sea tan minucioso que no queden interrogantes" en torno a la muerte, agregó.
Batallas post-mortem
Según el relato policíaco, a las 13:38 locales (18:38 GMT) del jueves, una enfermera atendió a Smith en su habitación, en el sexto piso del hotel Seminole Hard Rock, y siete minutos más tarde llamó al servicio de emergencia "en referencia a una persona que necesitaba ayuda médica (...). La persona luego fue identificada como Anna Nicole Smith", dijo Tiger.
Un guardaespaldas que estaba con ella le hizo resucitación cardiopulmonar sin éxito, y en cuestión de minutos paramédicos llegaron al lugar y se llevaron a Smith a un hospital de la zona. Una hora después la declararon muerta. Testigos en el hospital dijeron haberla visto llegar en ambulancia y cubierta, lo que les hizo pensar que ya había fallecido.
Smith, quien residía en Nassau (Bahamas), había ido al hotel el lunes acompañada de su compañero y supuesto padre de su hija de cinco meses de edad, el abogado Howard K. Stern. Era una clienta frecuente del lugar. Uno de sus abogados en Los Angeles, Ron Rale, dijo que esta semana que al parecer Smith tenía síntomas de gripe y fiebre, pero que desconocía la causa de la muerte de la modelo.
Rale, por su parte, tendrá que hacer frente este mismo viernes en esa ciudad californiana a una batalla legal que todo indica será feroz, por la paternidad de la hija de Smith, Daniellynn Hope, reclamada por Stern y por el fotógrafo Larry Birkhead.
En juego no sólo está la paternidad de la menor, sino también millones de dólares que la pequeña pudiera heredar de su madre, que estaba peleando por la mitad de la fortuna de 1.700 millones de dólares del anciano magnate petrolero J. Howard Marshall, con quien se casó en 1994 a los 26 años de edad, y cuando él tenía 89.