BERLÍN.- En persona, encandiló a periodistas y público con su encanto, y en la gran pantalla convenció con la producción independiente "When a man falls in the forest", del director estadounidense Ryan Eslinger.
En esa película, una de las 22 que compiten por el Oso de Oro del Festival de Berlín, Stone interpreta a Karen, una mujer en la llamada "crisis de visibilidad" de los 40.
Pero no es la única en problemas. Su marido, Gary, encarnado por Timothy Hutton, no sabe cómo enfrentarse a los conflictos laborales y matrimoniales.
Su amigo Travis (Pruitt Taylor Vince) no logra superar el trauma que le dejó un accidente. Y Bill (Dylan Baker), un ex compañero de escuela de Gary y Travis, es un hombre solitario, el típico "freak", que rehúye todo contacto con las personas y se refugia en los sueños.
No es mucho más lo que pasa en este drama existencial, al que su director no quiso definir como europeo aunque sí reconoció que "no es una película estructurada como suelen ser las estadounidenses".
"Intenté no basarme en la estructura clásica y buscar algo nuevo. Creo que eso es lo que lo hace interesante. Me moví con más libertad de lo que suelen establecer las reglas estadounidenses para el cine", añadió el joven director, al que Stone atribuyó una habilidad similar para dirigir que Martin Scorsese.
Habilidad de la actriz
Aunque la película no sedujo a todo el mundo, sí lo hizo Stone en la rueda de prensa, donde se dejó fotografiar con generosidad y se tomó su tiempo para dar respuestas profundas a preguntas que no siempre lo eran tanto.
Por ejemplo, sobre el hecho de que la recuerdan más por "Instinto Básico" que por cualquier otro de sus trabajos, señaló: "Me alegro de la fama que me dio esa película porque me permitió hacer tareas humanitarias y además rodar más películas".
En cuanto a su interpretación en "When a man falls in the forest", sostuvo: "Creo que todos, hombres y mujeres, tienen esa experiencia de sentir que pasan desapercibidos. Suele ocurrir más en torno a los 40 o 50. No tiene nada que ver con el aspecto exterior".
Stone, considerada una de las actrices más sensuales de Hollywood, añadió: "En general, no pongo cosas mías en los personajes. Pero esta película me ayudó a entender emociones que antes no había entendido en mí misma. Fue una experiencia liberadora".
"Vivimos en una especie de sociedad del Prozac, en la que todas las emociones tienen que estar en equilibrio. Y a veces hay que aceptar que uno se siente mal".La actriz, que es además productora ejecutiva de la película, añadió: "Nos enseñaron que hay que estar triste cuando alguien muere o cuando se acaba una relación, y quizá esta película trata de que no necesariamente tiene que ser así, que puede ser de otra manera".
Cerró los ojos, respiró profundamente y luego sentenció con la mirada fija en su audiencia: "Lo más importante que tenemos que recordar es que no importa cómo caímos ni quién nos empujó, sino cómo nos levantamos".
Otras películas en competencia
La segunda película a concurso de la jornada, "Les temoins", del veterano director francés André Téchiné, es una historia coral, que se mueve entre el drama y la comedia, ambientada en los primeros años de la epidemia del sida.
Manu (Johan Libéreau), un joven homosexual de la provincia, llega a París con su hermana Julie (Julie Depardieu).
Conoce a Adrien (Michel Blanc), un médico cincuentón que se enamora de él, y a Mehdi (Sami Bouajila), un policía, con el que inicia una relación. Pero Mehdi está casado con Sarah (Emmanuelle Beart), una escritora, con la que acaba de tener un hijo, y que será finalmente la narradora de la trama.
"Les Temoins" es la segunda de las cuatro películas francesas que compiten este año en la Berlinale. La primera fue "La Mome. La vie en rose", que abrió el certamen.
Queda por verse "Ne touchez pas la hache", de Jacques Rivette, y "Angel", de Francois Ozon, que cerrará el festival.
Mañana se verá en la sección oficial la película argentina "El otro", de Ariel Rotter, con Julio Chávez como protagonista.