BUENOS AIRES.- Ocho cuadros del pintor neofigurativo argentino Ernesto Deira (1928-1986) que se creía que habían sido destruidos en Chile durante el gobierno militar, fueron hallados en el depósito de un museo en Santiago, confirmaron hoy familiares del artista.
"En vida, mi padre recibió información de que las obras habían sido quemadas por el régimen de Pinochet y las dio por perdidas, por lo tanto nunca las reclamó", dijo Silvina Deira, hija del pintor, uno de los mayores exponentes del arte argentino del siglo XX.
Pero los ocho cuadros salieron de la oscuridad en 2003 cuando el pintor argentino Luis Felipe Noé, encargado de montar una retrospectiva de Deira que por estos días se exhibe en el Museo Nacional de Bellas Artes en Buenos Aires, viajó a Santiago y descubrió las pinturas en el Museo de Arte Contemporáneo de Chile.
"Las obras están en buen estado pero figuran como inventariadas, es decir, como parte del patrimonio del Museo de Arte Contemporáneo de Chile", dijo el director de Patrimonio y Museos de Argentina, Américo Castilla.
Según Silvina Deira, el museo chileno no tiene documentos de compra o de donación que acrediten que las obras son suyas, pero "es lógico, ya que fueron inventariadas hace treinta años en una época muy convulsionada del historia chilena". Las pinturas fueron llevadas a Chile en 1971 por el propio Deira para ser exhibidas en el Instituto de Arte Latinoamericano -el actual Museo de Arte Contemporáneo- y luego iban a ser trasladadas para una muestra en Cuba, pero el artista frenó su envío a último momento por un desacuerdo con Fidel Castro.
La caída del gobierno de Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, sorprendió aún en Santiago a las obras de Deira, que en tono de denuncia política en contra de la guerra en Vietnam pintó cuerpos mutilados y torturados sobre fondos negros.
El autor creyó que con esa temática el destino de las pinturas había sido la destrucción. Una vez que supo de la existencia de las telas, Castilla se puso en contacto con el director del Museo de Arte Contemporáneo de Chile, Francisco Brugnoli. "No hubo nunca un reclamo formal de parte de Argentina a Chile, simplemente un intercambio de información. Brugnoli siempre se mostró predispuesto a colaborar, pero es un hecho que los cuadros están inventariados y no se pueden repatriar sin más. La familia de Deira tendría que demostrar que son patrimonio suyo", dijo Castilla.
Silvina Deira coincidió en destacar que "no hay mala intención de parte de las autoridades chilenas, que incluso desconocían toda esta historia."Como familia, no hemos hecho ningún reclamo formal aún. Sucede que una repatriación es muy costosa para nosotros, hay que pagar abogados y hacer muchos trámites, por eso queremos que las obras vuelvan a Argentina a través de algún canal diplomático, como patrimonio cultural de Argentina", dijo la hija del artista.