Marcelo Contreras
(foto: Carlos Müller / zona.cl). |
Al principio toda esa sofisticada catedral de sonido metálico que Deftones ha elevado en 12 años de carrera y cinco discos, parecía desmoronarse en un ensordecedor estallido.
Una mole de ruido indescifrable copaba anoche la repleta estación Mapocho en los primeros 30 minutos de concierto del quinteto de Sacramento que mejor logró descolgarse del nü metal. Pero ya calibrados los excesos, Deftones reiteró que si el metal puede ser triste, sugerente y agresivo a la vez, la combinación maestra les pertenece.
El público, que cruza ya dos generaciones, deliró con un set que equilibró perfecto los momentos más duros de la banda, con la veta melancólica.
Pero fue otro el equilibrio más delicado de la noche: la dicotomía entre la figura ruda de la banda, que contrasta con la imagen y la actitud del cantante Camilo "Chino" Moreno, una de las mejores voces del heavy estadounidense. En sus gemidos y latigazos guturales cabe el mayor atractivo de Deftones. En su garganta el metal sufre.