NUEVA YORK.- Sindey Poitier le debe la vida a una adivina. Nacido demasiado pronto y demasiado débil durante un viaje en barco entre las Bahamas y Forida, la cosa pintaba mal para él. El padre de Sydney, que ya había enterrado a varios hijos, se disponía a improvisar una caja de zapatos como ataúd.
Sólo la madre se negó a resignarse. La mujer buscó el consejo de una pitonisa, como cuenta Poitier en su autbiografía "The Measure Of A Man". Lo que Evelyn Poitier supo a través de las cartas fue suficiente para fortalecer su voluntad de lucha por la supervivencia del retoño.
"No te preocupes por el pequeño. Saldrá vivo y será sano. Seguirá casi todos los vientos de la Tierra y estará acompañado de reyes", cita el celebrado actor de cine y teatro la profecía que terminó salvando su vida.
Décadas más tarde, Sydney Potier "ha superado barreras sociales como un corredor de vallas", según el diario "International Herald Tribune". Fue el primer estadounidense de piel negra en recibir un Oscar y en ser el actor mejor pagado de Hollywood. Maduro y aún atractivo, Poitier cumple 80 años este martes.
Entre su "éxitos" se cuenta también haber sido el primer negro en besar a una actriz blanca en un film de Hollywood. La escena se rodó pudorosamente a través del espejo retrovisor de un taxi, pero fue suficiente para que los activistas por los derechos civiles lo encumbraran como un héroe y algunos miembros del movimiento afroamericano lo tacharan de "negro blanco" por su supuesta sobreadaptación.
La fecha exacta de su nacimiento es desconocida, incluso por el mismo, en teoría. Algunos documentos dicen que la estrella de películas como "Porgy and Bess", "Guess Who's Coming to Dinner" o "In The Heat Of The Night" nació el 20 de febrero de 1924, pero otros reflejan el año 1927. Guiñando el ojo, Poitier asegura: "Después todo todavía estoy en forma, así que no importa".
Una dura lucha por surgir
Pero Poitier nunca hizo un misterio de sus orígenes. El menor de ocho hijos, creció rodeado por la pobreza en la paradisíaca y apartada isla Cat Island de las Bahamas. Su padre era recolector de tomates y a duras penas traía a casa comida para toda la familia.
A los 13 años, Sidney tuvo que dejar la escuela. Partió rumbo a Miami, donde trabajó como vendedor ambulante, aparcacoches, obrero en construcciones y cargador portuario.
Más tarde se formó como fisioterapeuta y se alistó en el Ejército de Estados Unidos, donde sirvió hasta 1945.
Luego vino el teatro. Despreocupado, hizo varias audiciones en Broadway, pero su imponente presencia era inútil a causa de su "terrible" y marcado acento, según recuerda. No se dio por vencido y encontró trabajo como guardia nocturno en el Armerican Negro Theatre. Su sueldo consistía en clases gratuitas de actuación.
Su insistencia se vio recompensada después de varios papeles secundarios. Harry Belafonte tuvo que cancelar su actuación en una obra de Broadway y el entonces desconocido Poitier pudo salir a escena en su lugar: era la oportunidad de su vida.
Un merecido reconocimiento
El Oscar llegó en 1964 por su interpretación de un trabajador negro en una granja de monjas blancas en "Lilies of the Field", de Ralph Nelson.
La discriminación racial fue también el tema central en las siguientes y más populares películas de Poitier.
En "Guess Who's Coming to Dinner" (1967), la película del beso en el taxi, Poitier es presentado como futuro yerno al matrimonio millonario que forman Katharine Hepburn y Spencer Tracy.
En el policial "In The Heat Of The Night" (1967) tuvo que imponerse como detective experto del norte a un sureño sheriff racista (Rod Steiger).
Su popularidad era entonces ya tan grande que las ofertas de trabajo se multiplicaban. En 1969 se lo consideraba el actor mejor pagado del mundo. También tuvo éxito como director, pero la fama no se le ha subido a la cabeza: "Siempre trato de seguir aprendiendo, de comprender mejor las cosas y de mejorar yo mismo".