La cantante se habría internado para asegurar la custodia de sus dos hijos.
El MercurioLOS ÁNGELES.- La cantante pop estadounidense Britney Spears recibió la visita de sus hijos Jayden James y Sean Preston, de cinco y 17 meses respectivamente, dos días después de haber ingresado en una clínica de desintoxicación.
La revista "People" informó hoy que su todavía esposo Kevin Federline llevó a los pequeños este fin de semana de visita a la clínica privada Promises en Malibu, California.
Allí, la cantante de 25 años se está sometiendo a un tratamiento de al menos 30 días. Oficialmente no se informó si se está tratando por problemas con el alcohol o con las drogas.
Mientras tanto, Jason Alexander, de 25 años, fugaz primer marido de Spears, habló por primera vez en público de la relación de la estrella pop con las drogas.
En una fiesta de fin de año en 2004 tomaron drogas juntos, dijo a "Hollywood.com". "Consumimos éxtasis durante la noche para celebrar y cocaína de día para permanecer despiertos. Para poder dormir, tomábamos valium. Britney se pasó tres días despierta. Yo no pude aguantar", aseguró Alexander.
Spears se casó con su amigo de juventud en enero de 2004 en Las Vegas, pero el matrimonio fue anulado sólo 55 horas después.
"People" informó, sobre la base de una fuente no especificada, que Federline está "muy estresado" y "sólo quiere lo mejor para Britney y los niños".
Preocupado, el padre de la cantante, Jamie Spears, de 54 años, reveló a la cadena Fox que su hija "es una pequeña niña enferma".
En tanto, Alexander dijo que cuando vio que Spears se rapaba la cabeza percibió claramente que se trataba de un "pedido de socorro". "Nunca antes dije algo sobre Britney y las drogas, pero estoy preocupado", aseguró.
El joven atribuye a la presión de Hollywood la crisis de la cantante: "Ella misma debe quitarse del trono tan elevado en el que se ve y recordar que es sólo una niña de provincia. Necesita una pausa de Hollywood".
Según el "New York Post", Spears se está sometiendo en Promises a un tratamiento completo. La clínica, en la que también fueron tratados Winona Ryder, Ben Affleck, Charlie Sheen, Diana Ross y Matthew Perry ofrece, además de una destacada cocina, clases de equitación, un entrenador privado y masajes, así como una habitación con chimenea y vistas al mar. Todo por 48.000 dólares al mes.
Los medios estadounidenses creen que con esta rehabilitación Spears busca asegurarse la custodia de sus dos hijos. Según TMZ.com, Federline presiona a Britney para que aguante todo el tratamiento.
Cuando dejó la clínica tras un primer ingreso el miércoles de la semana pasada, el joven recurrió a los tribunales.
Antes de Promises, Spears había ingresado en la clínica Crossroads Centre de Eric Clapton en Antigua, pero también la abandonó.
Spears se separó de Federline en el otoño boreal pasado y en noviembre solicitó el divorcio.