Son uno de los nombres más populares del punk pop en Chile y están a punto de lanzar su tercer disco, con nuevo integrante y producido por su sello, Pelúa Record. Después de varios problemas con casas disqueras, hoy Tronic son sus propios jefes.
Javiera Álvarez
Tronic, ahora los cuatro son reales: "Hacemos nuestro punk pop sin palabras rebuscadas ni cosas que no se entiendan". |
Se hicieron conocidos gracias a Ciro, el ex baterista virtual de la banda, y por revolucionar el recreo de los adolescentes del capitalino colegio Verbo Divino con una canción –muy directa– sobre la masturbación.
Hoy, algo más maduros, son dueños de su propio sello discográfico, la percusión está en manos de un batero humano y lanzarán su tercer disco,
Ligas mayores, álbum definido por ellos mismos como "más metafórico y poético".
Sin embargo, a pesar de los años, Tronic –que hoy está compuesto por Rigo (voz y bajo), Chavín (voz y guitarra), Carlitos (guitarra), Daniel (batería) y Ciro en la gerencia general de su casa disquera Pelúa Records– mantienen la irreverencia de decidir si un día trabajan o carretean y de olvidarse de la ortografía de la Real Academia para escribir todo con K. Hacen lo que quieren, o lo que kieren.
Luego de sus discos
Ke patine la risa (2003) y
Evoluciona (2005), el 17 de marzo Tronic lanzará su álbum
Ligas mayores, con una actuación en el santiaguino Centro Juventud 2000 de Providencia. Es el tercero luego de una historia acelerada, con ex integrantes de la disuelta banda pop Glup y del vigente grupo de punk pop Gufi, y con dos discos previos que, pese a haberse paseado por sellos disqueros como GmbH y Feriamusic a cargo de su edición, han arrojado gran éxito en radios y en vivo.
"Yo tocaba en una banda que se llamaba Gufi, pero un día un flaite mató al baterista, entonces dije: ‘chucha, está todo mal’, y me fui de ahí", resume en pocas palabras Chavín, que además había tocado con Rigo en Glup. "Todo coincidió con que Glup también se había disuelto, y nos juntamos a armar la banda. Llamamos a Carlitos y nos convertimos en un grupo en serio. Al comienzo no teníamos plata para una batería, entonces empezamos a tocar canciones con el computador. Probamos muchos sonidos de percusiones, hasta que terminó por escucharse una batería real".
Los inicios: tres humanos y un dibujo fueron la alineación inicial de Tronic en 2003. |
–¿Ahí nació Ciro, "el baterista virtual"?
Rigo: "Claro, se nos ocurrió que podíamos prescindir de la batería y empezamos a grabar el
Ke patine la risa. Un día teníamos una tocata y necesitábamos un afiche, entonces el Chavín dibujó un monito en una servilleta y decidimos ponerlo en el panfleto. Era una fotocopia chiquitita, pero a la gente le gustó. Se nos ocurrió entonces que el ‘Ciro Longa’ fuera nuestro baterista. Después inventamos cosas de su vida, como que quedó por un tiempo mudo cuando su mujer lo dejó y que tuvo que mantener a su hijo".
Chavín: "Pero a como era computarizado, empezó a fallar. Tuvo un problema con su tarjeta de sonido y si lo operaba, corría el riesgo de no poder tocar nunca más, o sea, algo así como un dibujo vegetal. Entonces, sin que nosotros supiéramos, se contactó con el Dani, le pidió que tocara en el grupo y lo reemplazara. Desde diciembre de 2005 comenzamos a tocar con un baterista humano".
–Ustedes se lanzaron a la fama cuando tocaron una canción sobre la masturbación en un colegio católico…
Rigo: "Sí. Nos llamaban de Argentina y todo. Fue una hueá que nunca entendimos. Todo lo inventó un periodista, porque en realidad no quedó ninguna cagá. Yo no tenía idea que el colegio era de curas, no soy de Santiago, así que con suerte conozco el (liceo) Lastarria. Entonces un loco de la (radio) FM Hit nos dijo que no tocáramos esa canción porque era de la paja. Pero los pendejos empezaron a gritar: ¡Paul!, ¡Paul!, ¡Paul! y la tocamos".
Chavín: "Lo pasaron bien no más, no fue nada tan grave. Al otro día vimos que estábamos en primera plana en el diario".
Rigo: "Eso sí, nunca vamos a poder tocar en el Festival Alcántara (festival del Verbo Divino, colegio que organizó la polémica actuación).
–Sus discos son directos. ¿Tiene un buen efecto cantar como hablan?
Chavín: "No sé si es bueno o malo. Hacemos nuestro punk pop sin palabras rebuscadas ni cosas que no se entiendan. En todo caso en el
Ligas mayores es menos directo el mensaje".
Rigo: "Es un poco más volao, metafórico y un poco menos directo. Es como medio poético. Pero eso no tiene una razón, es porque nos nació. Es un disco bueno porque se sale de la fórmula. Son fomes los grupos que tienen todos las canciones iguales, te terminai aburriendo".
Tronic y el público adolescente: "Es súper fiel, lo que decimos es ley". |
–¿Con este disco "volao y metafórico" creen que van a evolucionar a un público mayor, no tan adolescente como es el de hoy?
Chavín: "Es que no pensamos en esas cosas. No nos importa aumentar o no el público. Tenemos nuestros fans, somos una de las bandas independientes que más discos venden. Nosotros no elegimos al público adolescente que nos sigue, pero capaz que llegue gente un poco más grande. Nos da lo mismo, no estamos buscando un efecto. Nos gusta nuestro trabajo y hacer música, o sea, no podría estar en una oficina o ser cartero".
–¿Cómo es el público adolescente?
Chavín: "Es súper fiel, lo que decimos es ley".
Rigo: "En las tocatas hay locura e histeria. Los pendejos cantan más fuerte que la música, es como que se liberan".
–Desde hace pocos días ustedes son dueños de un sello. ¿Cómo fue eso?
Chavín: "Con el apoyo de un sello independiente que se llamaba GmbH grabamos el primer disco, así llegó a la Feria del Disco y se empezó a vender muy bien. Pero el sello quebró y nos peleamos con ellos. El tipo tenía una buena intención pero contrató a muchos grupos que no pudo financiar. Los que vendíamos éramos nosotros y De Saloon. Nos quedaron debiendo como un millón y medio de pesos y el loco desapareció. Después, con el segundo disco,
Evoluciona, también tuvimos problemas con otra la casa disquera".
–Entonces la tercera era la vencida para hacer su sello Pelúa Record...
Rigo: "Sí. Hicimos las cosas por las nuestras; buscamos abogados, nos hicimos una sociedad. Hoy en día nos fabricamos y les vendemos a las disqueras los álbumes. Los contactos con la prensa, la grabación y distribución lo hacemos nosotros. Lo bueno es que sabes cuántos discos vendes de verdad y tienes el derecho, por ejemplo, de decirle a un programa de televisión que no vas a doblar en sus escenarios. O sea, ¡chúpame un pico (sic) que no vamos a tocar en vivo!".
Chavín: "Además, todas las ganancias van para nosotros. Nos gusta porque somos nuestros jefes. Si queremos nos levantamos, carretiamos cuando queremos y trabajamos cuando queremos".
–¿Ciro forma parte de la empresa o sigue enfermo?
Chavín: "Para ese trabajo está bien. Lo nombramos gerente general del Pelúa Records. Antes se veía en los afiches con una polera a rayas y ahora tiene terno".