LONDRES.- Las letras "mágicas" y poéticas de The Doors, la emblemática formación de rock de los 60, continuarán escuchándose "dentro de doscientos años," afirmó en Londres su guitarrista, Robby Krieger, en pleno 40 aniversario del grupo.
Los Doors están de celebración y, para "revivir" su espíritu rebelde y filosófico, los componentes vivos del cuarteto, Krieger, el teclista Ray Manzarek y el batería John Densmore, han querido reunir décadas de éxitos con "The Very Best Of The Doors," un disco de 34 clásicos que saldrá al mercado el 27 de marzo.
El gancho y el magnetismo que acompañó al cuarteto se ha basado siempre en las "canciones," resume Krieger.
"Algunos grupos sólo duran un par de años, pero la música de The Doors sigue viva y el éxito hay que atribuirlo a sus temas. Una buena canción dura toda la vida y dentro de doscientos años la gente continuará escuchando a The Doors," declara a Efe.
El equilibrio entre sus componentes, "la combinación de personalidades y las influencias de cuatro músicos diferentes," imbuidos del poderoso e innegable influjo de su carismático líder, Jim Morrison, hicieron que "surgiera la magia," recuerda Krieger.
Ahora, grandes temas como "Break On Through," "Light My Fire" o "Hello I Love You" han sido mezclados de nuevo por los músicos con la ayuda del técnico de sonido Bruce Botnick.
Música, idealismo y tribunales
Son veteranos del rock, pero no han dejado de ser idealistas y aún creen, comenta Krieger, en la capacidad de la música para transformar el mundo. "Aunque ya lo intentamos en los 60 y no funcionó y ahora el estado del mundo se está poniendo bastante feo," dice con una sonrisa.
La figura del rebelde y excesivo Morrison, fallecido en circunstancias poco claras en París en 1971, sigue siendo aún hoy el principal reclamo de la formación.
"A Jim todo esto le hubiera encantado. Él quería ser grande, como The Beatles, quería que The Doors fuera el grupo más importante, y en nuestra época, realmente no lo fuimos. Éramos más como una banda 'underground', una especie de fenómeno -comenta Krieger-, así que todo esto le alucinaría, ver que a la gente joven le sigue gustando The Doors. Se hubiera vuelto loco. Es una pena que ya no esté aquí."
Considerado uno de los mejores guitarristas del mundo, recuerda que su idilio con este instrumento comenzó en 1963, cuando no dejaba de tocar flamenco, un arte que aprendió en el instituto.
"Entonces no me interesaba nada el rock and roll, hasta que un día vi a Chuck Berry y decidí que quería tocar la guitarra eléctrica. Y esto lo cambió todo," explica.
Siente "nostalgia" del pasado y cuenta que la personalidad compleja de Morrison quedaba compensada por los caracteres del resto del grupo: "Éramos perfectos para él, porque nivelábamos su locura. Nos necesitaba para que las cosas salieran."
De la entrevista queda vetado todo lo relacionado con Riders On The Storm, la formación que resucitaron en 2002 Ray Manzarek y Krieger, la cual primero tuvo el nombre de The Doors of 21st Century, y con el vocalista Ian Astbury, ex The Cult, reemplazando la figura de Morrison.
Después de que un juez aceptara la demanda contra el uso del nombre de The Doors que interpusieron Densmore y los herederos de Morrison, el grupo tuvo que adoptar el nombre de la canción Riders of The Storm para recrear la poesía y el rock and roll que era su música.