MUNICH.- Más de seis décadas después del genocidio de los judíos por el régimen nazi en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, se inaugurará mañana el primer Museo Judío de Munich.
Se trata del segundo edificio que se erige en Europa con tales fines desde el fin de la guerra en 1945. El primero fue el Museo de Berlín, el más grande en Alemania.
El nuevo museo se ubica en pleno centro de la capital bávara y conforma un amplio centro social de la comunidad judía, ya que en torno a la Plaza de Jacobo se encuentran ya la nueva sinagoga y el centro social de la comunidad.
El museo centra sus exposiciones sobre unos 900 metros cuadrados en la vida actual de la comunidad de los judíos en Munich y Baviera en general. "No queremos que la vida judía se defina únicamente a través de lo histórico y en referencia al holocausto, sino también mostrando las perspectivas", dice el director del museo, Bernhard Purin.
El museo, que pertenece al municipio y no a la comunidad judía, fue construido por el gobierno local a un costo de casi 15 millones de euros (casi 20 millones de dólares) y quiere mostrar una visión del judaísmo más allá de su rol como víctima, dice el austríaco Purin, que anteriormente ya había dirigido un museo similar.
La presidenta del Consejo Judío de Alemania, Charlotte Knobloch, destacó la importancia del nuevo museo porque ofrece una "magnífica oportunidad de presentar la diversidad y modernidad de la comunidad judía contemporánea, así como recuperar la larga trayectoria histórica en la ciudad".
La comunidad judía de Munich y alrededores cuenta hoy con unos 9.000 miembros, después de haber sido diezmada durante el holocausto. A principios del siglo pasado, en el momento de mayor auge, la comunidad alcanzó a tener unos 12.000 miembros, con un viva participación de intelectuales como Lion Feuchtwanger, Hermann Levi, Max Reinhardt y Otto Bernheimer.