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Milton Nascimento: "'Volver a los 17' debiera convertirse en el himno nacional chileno"

Mientras el cantautor brasileño estuvo ensayando en la casa de Violeta Parra no quería que nadie lo molestara. Sólo quería prepararse para la presentación que dio anoche en el Teatro Caupolicán.

23 de Marzo de 2007 | 12:02 | Javiera Álvarez, El Mercurio Online
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Milton Nascimento presentó anoche sus grandes éxitos en el Teatro Caupolicán.

REUTERS

SANTIAGO.- La casa de Violeta Parra recibió una visita desde Brasil. Llegó con sus trenzas características, unos jeans y una polera amarilla sin mangas. Milton Nascimento no representa los 64 años que ha vivido. Está joven, como si tuviese 20.

Sin hablar demasiado, entró y se tomó una bebida con Isabel, la hija de Violeta. Le dijo lo bien que se veía, lo gran artista que él era y lo lindo de sus canciones. Le mostró la pieza de su madre, sus fotos, su jardín. Pero él no decía nada. Sólo movía la cabeza, como pidiendo que terminara este homenaje en vida que le estaban haciendo entre los Parra, los músicos y los productores.

No lo exigió, pero todos se dieron cuenta que sólo quería ensayar. Se acomodaron en el living de la casa y se cerró la puerta. Desde afuera se le escuchaba cantando "Volver a los 17" para la presentación que dio anoche en Court Central del Estadio Nacional, lugar donde mostró sus grandes clásicos y muy poco de su último disco Pietá (La piedad).

En vivo y en ensayo

El concierto que ofreció esta semana duró casi dos horas y fue un repaso de éxitos como "Coraçao de estudante", "Caçador de mim", "Bola de meia e bola de gruñe" y "Maria Maria".

Además, el ex Intillimani, Pedro Villagra, le dedicó a Nascimento la canción "Cuerpo y Alma" del uruguayo Eduardo Mateo y Milton homenajeó a Violeta Parra frente a todo el público chileno. Antes de cantar "Volver a los 17", dijo sentirse "orgulloso de tocar la canción más linda de amor". La gente respondió coreando, todos parados de sus sillas.

Valió la pena ese ensayo en la casa de los Parra. Aunque las preguntas de la prensa lo interrumpieron, no afectaron en el resultado final. "Milton, te van a hacer una entrevista", le dijo el organizador de su visita mientras tocaba en el living de Violeta.

Se sentó con su guitarra y tres vasos de bebida. Entre bromas, pero muy en serio, preguntaba si queríamos que respondiera corto o largo. Con la historia completa o a medio contar. La respuesta fue completa. Y así lo hizo, finalmente tuvo "piedad".

La instrucción de los fans-productores fue una: sólo quince minutos, ni uno más. Tan literal como que al dieciséis, una voz silenciosa, desde atrás, pedía que fuera la última pregunta. Milton quería tocar. 

Pero el artista habló

"Pietá" o "La piedad" es la escultura de Miguel Ángel y el nombre de su nuevo disco que presentó anoche. La escena en que María levanta y acoge a Jesús entre sus brazos es algo muy parecido a lo que a Nascimento le ocurrió de niño. Su madre adoptiva también lo levantó del piso después de desmayarse. El disco es un homenaje para la mujer que lo crió.

¿Qué pasó ese día?
Mi madre de sangre trabajaba en la casa de mi madre adoptiva, Lilia. En esa casa había un piano, yo me ponía en sus piernas y escuchaba cómo tocaba. Un día mi madre biológica murió y me fui a la casa de mi abuela. Ahí lo empecé a pasar mal, muy mal. Me acuerdo de mi pena, no me levantaba, no comía ni bebía nada. Lidia sintió en su interior que yo no estaba bien. Entonces convenció a su familia para ir a buscarme al lugar donde yo estaba y volviera con ellos. Yo, por mientras, me sentaba afuera de la casa a esperar a Lilia. Veía cómo pasaban los autos y esperaba que llegara uno verde, ése era el de ella. Y un día llegó. Me levanté, corrí a buscarla, perdí la voz y antes de abrazarla me desmayé, tal como lo hizo María con Jesús en la escultura de Miguel Ángel, Pietá.


¿El disco es un homenaje a ella?
Sí. Le gustaba mucho la música y aunque no era profesional, cantaba en un coro. Junto a ella conocí la música, le debo mucho y es mi inspiración.


¿Qué significado tiene la voz femenina para ti?
Siempre fui fan de las mujeres. Cuando chico sólo me gustaban la voz de las mujeres porque sentía que cantaban con el corazón. Mi cabeza sólo tenía espacio para la mujer… mujer, mujer (hace un gesto grandilocuente). Incluso, trataba de imitar sus voces. De pronto, me di cuenta que mi voz estaba comenzando a mudar y me empecé a desesperar. Sentía que estaba perdiendo el corazón. Hasta que un día estábamos con mi papá escuchando radio. De repente una voz de hombre comenzó a cantar. Me quedé escuchando y nunca más podré olvidar ese momento. Era Ray Charles cantando "Stella by starlight". Cuendo terminó dije ¡Los hombres también pueden tener corazón! y salí corriendo por toda la casa.


Violeta Parra es mujer, ¿qué piensas de ella?
Yo conocí a Violeta Parra cuando el grupo chileno Agua fue a Brasil. Ellos abrieron el recital de un amigo y los invité a mi casa. Fue fantástico porque Brasil siempre ha estado alejado de América Latina, no sé si por la lengua o la política. Pero gracias a ellos conocí la música de los demás países, como la de Violeta y Mercedes Sosa. Un día fui con Vinicius de Moraes a ver a Mercedes a una presentación. Él sabía que yo quería cantar con ella y me dijo: "vamos a hablarle". Yo le respondí: "¡No!", porque me daba miedo, mucho miedo.


¿Y por qué…?
Es que era una tremenda mujer, enorme. No terminaba nunca. Igual fuimos a su camarín. Con el tiempo nos hicimos grandes amigos y cantamos juntos canciones de Violeta Para y Victor Jara. Conocí así la poesía de sus creaciones. Para mí "Volver a los 17" es una canción bonita, no sólo en su letra, sino en su complemento. Es una declaración de amor hermosa que este país debiera convertirla en su bandera y en un himno nacional".


¿Es verdad que hiciste llorar a Vinicios de Moraes cuando joven…?
¡Ah…! Sí. Estaba en Belo Horizonte y con unos amigos fuimos a una charla que iba a dar Vinicius de Moraes. Él llegó, comenzó a hablar y tocar canciones. De repente preguntó: "¿Existen compositores nuevos en Belo Horizonte?" y todos me señalaron a mí. Me preguntó si me sabía alguna canción de él y las empecé a tocar. Después me invitó a un bar, fui con mi guitarra y cantamos todos sus temas. En un momento les dije que cantáramos "Marcha da Quarta feira de cinzas" junto a unos amigos que también estaban ahí. Él decía "¡qué está pasando!" Y de pronto le salieron unas lágrimas.

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