COPENHAGUE.- El escritor y cineasta chileno Alberto Fuguet cree que dirigir películas es como entrenar un equipo de fútbol, “porque el director tiene que liderar a un grupo amplio de personas y marcar goles”, mientras que la literatura es una actividad más individual, en la que el creador “se aísla”.
Fuguet está estos días en Dinamarca donde hoy concluye en Aarhus una visita durante la cual ha promocionado sus filmes “Las hormigas asesinas” y “Se arrienda”, y su libro “Las películas de mi vida”, su primera obra traducida al danés.
El libro inaugura además la editorial Skjødt, cuyo propósito es dar a conocer a nuevos autores en castellano, principalmente de América Latina, al público danés.
De 43 años y considerado uno de los exponentes de la literatura latinoamericana de los últimos años, Fuguet habló de su pasión por el cine y la literatura, que compatibiliza desde hace años y que piensa mantener en el futuro, aunque reconoce cierta predilección por el “séptimo arte”.
"Soy un lector que empezó a publicar libros y un cinéfilo que comenzó a hacer películas. Pero el cine es el arte de nuestro siglo: escribir libros es como jugar a chico del siglo XIX, y yo no me siento así. La sociedad moderna no está hecha para tener la calma para leer, sí para consumir material audiovisual”, explica.
Ha pasado una larga década desde que el autor de “Mala onda" impulsara con otros escritores el movimiento “McOndo” como una reacción al “realismo mágico”, pero él no cree que esa identificación, que en el extranjero existe entre esta corriente y la literatura latinoamericana, se haya superado. "Lo intentamos, pero hemos fracasado. El realismo mágico está muerto, es un 'kitsch', una gringada, una manera de seducir chicas; claro que contiene cosas verdaderas, pero también mucho de folclore. La gente no lo quiere ver, pero Latinoamérica no es sólo un paraíso, sino más bien un infierno”, denuncia el escritor chileno.
En contra de la imagen idílica que según él ofrece el “realismo mágico”, considera que para ser latinoamericano “hay que ser fuerte, tener cojones”.
Los proyectos nuevos
A Fuguet, que se inició en el periodismo, le queda de su profesión inicial el “no tenerle miedo a la calle, a las personas, estar siempre reporteando”, una huella patente en toda su obra y que también está en el origen de su próxima película, “Perdido”, que se empezará a filmar en otoño y que estará lista en 2008.
La historia del periodista obsesionado por una noticia sobre un desaparecido al que nadie quiso buscar lleva un título similar al del libro en que trabaja, “Missing” ("Perdido"), que aborda la inmigración a Estados Unidos, el mito del que se va en busca de fortuna pero no deja de pensar en qué habría pasado de quedarse.
Según él, en Latinoamérica hay mucha gente “perdida”, tanto en lo que se refiere a problemas de identidad como a las oportunidades desaprovechadas para superar el atraso económico y social.
A mediados de mes, Fuguet acudirá a la XX Feria Internacional del Libro de Bogotá para presentar sus libros “Cortos y “Apuntes autistas”, además de “Se arrienda”, en calidad de uno de los exponentes de Chile, país invitado de honor en esta cita.
Fuguet dice no obstante no sentirse en absoluto un “abanderado" de la literatura chilena y reivindica su individualidad frente a las clasificaciones de tipo generacional o idiomático. "Hay que cuestionar la idea de generación: en rigor, hay tan poco en común, que hablar de ella es una falacia”, apunta el autor chileno, quien cree además que “no por escribir en castellano tengo más en común con un español que con un danés”.