LONDRES.- El artista irlandés Francis Bacon, cuya obra ha alcanzado récord en subastas en Londres y Nueva York, impuso uno nuevo, al pagarse 2 millones de dólares por lo que él consideraba basura.
La historia - que concluyó el martes por la noche en una pequeña casa de subastas, en Surrey, donde objetos y chucherías de las que Bacon se quería deshacer fueron comprados a precio de oro - empezó hace 30 años, cuando Mac Robertson, un electricista británico, se fue a tomar una cerveza a un pub de Londres.
Allí coincidió con el pintor, que estaba furioso porque unos trabajadores de la construcción le habían pisoteado telas y objetos que tenía en el suelo de su caótico estudio, y que le dijo que iba a echar todo a la basura.
Pero Robertson, que en eso fue visionario, le pidió que no los botara, sino que se los regalara a él. "Es todo tuyo, quédate con lo que quieras", le respondió Bacon.
El electricista recogió y guardó todo: telas, cuadros, fotos, diarios, anotaciones. Y los 45 lotes fueron vendidos anoche por 1,4 millón de euros a coleccionistas de varias nacionalidades que pujaron en la sala, por el Internet, y por teléfono.
La modesta casa de remates Ewbank Fine Art Auctioneers & Valuers, que había previsto recaudar medio 734.000 euros, se frota las manos. Y el electricista también. La "basura" que impuso los precios más altos fue un retrato sin título, que según expertos representa al pintor Lucian Freud, que se vendió en 800.000 dólares.