Rostropovich es reconocido como uno de los intérpretes más importantes de su generación.
EFEMOSCÚ.- Mstislav Rostropovich, el destacado violonchelista que luchó por los derechos de los disidentes en la era soviética e interpretó triunfante suites de Johann Sebastian Bach ante los escombros del Muro de Berlín, murió a los 80 años, dijo su vocera.
Rostropovich, que se exilió en París, sufría de cáncer intestinal. A principios de febrero fue hospitalizado en la capital francesa y su familia decidió repatriarlo a Rusia al empeorar el estado de salud, dijo el veterano representante de artistas Ronald Wilford. Ingresó a un hospital de Moscú y fue visitado el 6 de abril por el presidente ruso Vladimir Putin.
Siete semanas después, Rostropovich estuvo en condiciones de asistir a la celebración en el Kremlin de su 80° cumpleaños, aunque tenía un aspecto débil. La agencia de noticias ITAR-Tass informó el viernes que había sido hospitalizado de nuevo hace varios días.
La vocera Natalia Dollezhal dijo a The Associated Press que Rostropovich había muerto, sin ofrecer detalles de inmediato.
"Me siento el hombre más feliz del mundo", había dicho Rostropovich al levantarse con lentitud de su silla durante la celebración del 27 de marzo. "Seré más feliz y esta tarde les resulta placentera", agregó en aquella ocasión. Luego Putin lo distinguió con una medalla a la Orden de Servicio a la Patria.
La leyenda de "Slava"
Grande de cuerpo y espíritu, "Slava" Rostropovich abrazaba prácticamente a cuanto se le acercaba y era considerado por muchos como el posible sucesor de Pablo Casals como el mejor violonchelista de todos los tiempos. Fue un maestro efusivo que inspiró a Jacqueline du Pre entre otros muchos violonchelistas sobresalientes.
"Fue el músico más inspirador que he conocido", dijo David Finckel, violonchelista del Cuarteto de Cuerdas Emerson que estudió con Rostropovich durante nueve años. "Tenía la capacidad de transmitir su energía a otras personas, y eso era mágico".
Rostropovich nació en Baku, Azerbaiyán, hijo de madre pianista y padre violonchelista, que había sido pupilo del ilustre Pablo Casals. Ingresó al Conservatorio de Moscú en 1943, donde además de seguir estudios de su instrumento predilecto, siguió cursos de composición y dirección, teniendo como profesores a músicos como Dmitri Shostakovich y Sergei Prokofiev.
Debido a su lucha por la libre expresión y valores democráticos, Rostropovich se exilió en 1974 junto a su familia en Estados Unidos y cuatro años más tarde la Unión Soviética le revocó su nacionalidad.
Durante su permanencia en América, llegó a ser director musical de la National Symphony Orchestra de Washington entre 1977 y 1994, aunque nunca dejó de interpretar su violonchelo, un Duport Stradivarius de 1711, deslumbrando con sus ejecuciones de obras de Dvorak y Haydn, además de ser inspirador de conciertos para cello de Shostakovich (cuyos dos conciertos fueron estrenados por él), Prokofiev, Britten, Bernstein y Penderecki.
En 1990 su ciudadanía rusa fue restaurada, poco después de su histórica presentación durante la caída del Muro de Berlín.