The Police también quiere volver a los escenarios.
El MercurioPARÍS.- "I hope I die before I get old" ("Espero morirme antes de ponerme viejo"), cantaba el grupo The Who en 1965. Más de 40 años después, esta estrofa ya no es válida para Roger Daltrey -el vocalista de The Who- ni para otras bandas emblemáticas de la edad de oro del rock.
Un puñado de legendarias leyendas, como The Police, The Who, Genesis, The Stooges, y lo que quedó de The Doors, se han decidido nuevamente por las giras, que emprenderán en los próximos meses, al igual que el ex cantante de The Velvet Underground, Lou Reed.
"Para los grupos, el deseo de tocar se mantiene intacto, al igual que el de los aficionados de aplaudirlos", explica Giles Green, primer vicepresidente de Sanctuary Records, un sello musical independiente especialista en grupos "históricos".
Phil Collins reunió a Genesis -sin Peter Gabriel-, Lou Reed está de regreso, Van Halen intentó el regreso sin éxito, aunque quizás lo logre en 2008. Los infatigables Rolling Stones siguen movilizando a millones de aficionados para conciertos en vivo y se preparan para iniciar una nueva gira europea de su último disco "Bigger Bang".
A diferencia de los Rolling Stones, que nunca se han separado, otras bandas se han visto obligadas a superar viejas desavenencias. The Police sorprendió a comienzos de año tras regresar a los escenarios luego de un divorcio de más de 20 años.
Sting, el vocalista de The Police, y el baterista del grupo, Stewart Copeland, incluso llegaron a intercambiar golpes de puño durante una gira a Estados Unidos y rehusaron compartir un estudio de grabación para preparar el disco "the best of" (lo mejor de) en 1986. Sin embargo la edad y los réditos financieros que supone el regreso han permitido superar las diferencias de antaño.
Los aficionados han pagado en promedio más de 100 euros (135 dólares) para ver en vivo el regreso de The Police e incluso en algunos sitios las entradas se han agotado en menos de una hora. Sting se oponía al regreso del grupo, según un miembro de su club de aficionados StingUS, Karel Van Isacker, aunque los fracasos de sus dos últimos discos y de sus conciertos contribuyeron para que cambiara de opinión.
Además del placer de tocar con los compañeros de otrora, las giras les dan a los veteranos un "segundo aire de celebridad y las ocasión de editar compilaciones y discos de DVD de conciertos en vivo", asegura Sian Llewellyn, redactor en jefe de la revista británica Classic Rock.
Al superar la barrera de los 50 años, las giras pueden ser agotadoras para estos veteranos del rock y el pop. De todas maneras, los aficionados de Iggy Pop pueden asegurar que su sexagenario ídolo canta todavía a torso desnudo y no ha renunciado a zambullirse en el público.
El doctor Chris Johnstone recomienda a los veteranos músicos mucho descanso y abstinencia total de drogas y alcohol. "A los 20 o 30 el cuerpo es resistente, pero con la edad uno no puede someterlo al mismo estrés", agrega.
El fallecimiento del bajista de The Who, John Entwistle, hallado sin vida en la habitación de un hotel tras una sobredosis de cocaína, al inicio de una gira por Estados Unidos en 2002, es un triste ejemplo.
Para los aficionados, el otro peligro que acarrea el retorno de sus ídolos es la confusión con los recuerdos de los años de gloria.
Pete Pathides, crítico de rock del diario The Times felicita a los grupos que resisten el llamado del dinero y da los ejemplos de Johnny Marr y Morrissey, The Smiths y Abba, que han recibido propuestas por "cifras astronómicas".