Secretario de Borges desmiente al último biógrafo del célebre escritor

SANTIAGO.- "En primer lugar, creo que debe documentarse más". Ése es el primer comentario que hace Roberto Alifano, escritor argentino y ex secretario privado de Jorge Luis Borges, sobre el inglés Edwin Williamson, responsable de una de las últimas biografías del autor de "El Aleph".

Williamson declaró recientemente que el célebre escritor no fue un hombre feliz, que intentó suicidarse al menos en dos ocasiones y que sufrió por el amor de mujeres como la escritora Norah Lange. De ello responsabilizó en parte a la influencia que en Borges habría ejercido su madre, Leonor Acevedo, señalando que "hasta que ella murió no pudo tener una buena relación con las mujeres".

El profesor de la Universidad de Oxford asegura que todo esto cambió cuando el escritor conoció a María Kodama. "En esa época estuvo muy enamorado y se nota en las últimas poesías", dijo.

Sin embargo, Alifano manifiesta su desacuerdo en casi la totalidad de estas afirmaciones. "Es cierto, Borges sufrió mucho por amor. Sus enamoramientos no eran correspondidos". Uno de ellos habría sido con Aidé Lange, hermana de Norah. "Él las confunde. Imperdonable. Ese es uno de los tantos errores", dice Alifano.

Asimismo, el ex "amanuense" de Borges —como prefiere llamarse—, desestima el rol que el biógrafo asigna a la madre del escritor en esta materia. "Responsabilizar a doña Leonor por los fracasos sentimentales de Borges es una barbaridad. Una vez ella me dijo: 'Alifano, yo sé que mucha gente me acusa de sobreproteger a Giorgi, pero qué puedo hacer yo con un hijo ciego y loco como el que tengo'".

La "señorita Kodama"

El cese de este supuesto mundo gris en la vida de Jorge Luis Borges, Williamson lo atribuye a la presencia de María Kodama y al amor que entre ambos habría surgido, algo que Roberto Alifano desmiente categóricamente. "De la señorita Kodama, que basa su fama en ser la heredera testamentaria, Borges nunca estuvo enamorado", asegura.

Y continúa: "Hay que decirlo de una vez: cuando murió su madre, Borges se quedó sin compañía para sus viajes al exterior. Entonces fue cuando hizo su aparición la señorita Kodama (...). En Buenos Aires se veían muy cada tanto; a veces los días jueves. Por consiguiente, es una gran mentira cuando se dice que convivió con él. Borges vivía solo, acompañado por su ama de llaves, la noble y cabal Fanny".

Alifano cuestiona además el rol que en la actualidad desempeña Kodama. "Trabaja de viuda y su función es hacer juicios a todo el mundo, entorpecer la memoria de Borges. Y, además, vive perdiendo esos juicios, ya que nunca está asistida por la verdad. El más reciente es el que ha perdido con Jean Pierre Bernes, en París".

Los conflictos entre Alifano y Kodama son ya de larga data, e incluyen querrellas por injurias y calumnias, y por asuntos de propiedad intelectual, en relación con la revista Proa y el libro "El humor de Borges", de Alifano.