SKYWALKER RANCH.- Enclavada en colinas salpicadas de vacas y olivos al norte de San Francisco, se encuentra una serena base rebelde construida por el creador de la Guerra de las Galaxias George Lucas como un refugio contra el imperio del cine de Hollywood.
Lucas compró una granja costera en la acertadamente llamada carretera Valle de Lucas en el condado Marin de California (oeste) y le dio su marca "Skywalker" en 1981 luego de que sus películas de la Guerra de las Galaxias, producidas independientemente, se convirtieran en un fenómeno cultural.
"La idea detrás del Rancho Skywalker era crear una utopía de los cineastas", dijo la portavoz de Lucasfilm Tracy Cannobbio, al dirigir un poco común recorrido con periodistas por el santuario.
"A él no le gusta trabajar en Hollywood y nunca lo ha hecho. Este lugar no se parece para nada a Hollywood. Es elegante, precioso y relajado".
La entrada a la carretera serpenteante es una puerta de madera manejada por control remoto. Se debe conducir por un tiempo por esa vía hasta que uno se topa con una caseta de vigilancia.
El departamento de bomberos de 14 miembros de la hacienda rara vez tiene que dedicarse a otra cosa que no sea informarle a fanáticos de los filmes que no hay visitas guiadas a la propiedad.
Incluso fue rechazada una petición de Ronald Reagan para visitar el Rancho Skywalker mientras era Presidente, quizá en parte a que denominó a su sistema de defensa de misiles como "Guerra de las Galaxias".
Hay una notoria ausencia de objetos que hagan referencia a la Guerra de las Galaxias en los amplios terrenos.
Personas trabajan en un viñedo frente al edificio de edición de sonido de dos pisos. Adentro, los pasillos están repletos de afiches de películas italianas y los rayos del sol iluminan un exuberante follaje.
Un teatro con una construcción acústica impecable con capacidad para 4.000 personas funciona tanto para editar el sonido de las películas como para observar cómo van quedando los filmes en una pantalla de cine de verdad.
A los lados de la pantalla se encuentran estatuas de un hombre encapuchado y otro vistiendo un casco, que adornaron la oficina del Emperador Palpatine.
En frente del estudio de sonido Skywalker Sound se encuentra el Lago Ewok. En medio de colinas se puede ver a la distancia una casa blanca de estilo victoriano que funciona como la oficina de Lucas.
"Lo considero como una combinación de estilos sureño, victoriano y bohemio", dice Janice Clement, que supervisa un comedor VIP en el primer piso.
Una galería cubierta rodea la casa, que muestra revestimiento oscuro, una escalera de secoya, ventanas con vitrales, antigüedades, un solárium y un cine privado.
Destaca una biblioteca con alrededor de 15.000 libros.
"Si un cineasta quiere saber cómo se vestía la gente en la década de los 50 o cómo se veía una ciudad en China hace siglos, o si quieres inspiración para crear ciencia ficción, lo conseguimos", dice un investigador. "Tenemos muchas cosas desconocidas aquí".
Arropado por árboles detrás de la casa, se encuentran apartamentos de huéspedes que reciben nombres de personas que inspiraron a Lucas.
Un apartamento que honra al director Akira Kurosawa está decorado con antigüedades japonesas. Otro dedicado al cineasta John Ford está repleto de cuero.
En otro lugar de la hacienda, se encuentran establos con caballos, conejos, cabras y hasta chinchillas.
Lucas niveló todos los edificios originales y construyó otros tras comprar la propiedad. Los establos fueron creados para albergar a animales que Lucas recibió como regalo.
"Cuando estás en ese nivel recibes otro tipo de regalo diferente al de la gente común", señala Cannobbio. "Recibes un caballo", agrega.
"Al final del día, la Guerra de las Galaxias fue un éxito tan grande que se hizo conocido por eso", dijo Cannobbio de Lucas.
"Pero él tiene otras historias que contar, que no se parecen en nada a la Guerra de las Galaxias, y ahora tendrá la posibilidad de mostrarlas", agregó.