La realizadora chilena Carmen Castillo, avecindada en Francia desde 1978.
Mario Muñoz, El Mercurio
CANNES.- La chilena Carmen Castillo presentó hoy en el Festival de Cannes "Calle Santa Fe", un documental en el que se reivindica la memoria de la izquierda militante en Chile y en especial del MIR, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria.
La película rinde un homenaje "a los que creyeron siempre en la posibilidad de un país distinto", dijo Castillo en la presentación de la cinta en Cannes, acto al que también asistió el Premio Nobel de Literatura José Saramago, amigo de la cineasta.
El título "Calle Santa Fe" responde al nombre de la calle donde ella y su compañero Miguel Enríquez, dirigente y cofundador del MIR, fueron asaltados por la policía el 5 de octubre de 1974. Enríquez murió y ella, que entonces estaba embarazada, fue herida y más tarde se exilió en Francia.
En la cinta, que responde a la importancia de rescatar la memoria colectiva, la directora actúa de narradora, pasando de relatar su experiencia personal, a recordar lo ocurrido en aquella época. Y uno de los planteamientos que prevalecen latentes a lo largo del metraje es si realmente valieron la pena todos aquellos actos de resistencia.
Castillo se reencuentra con los vecinos de la calle Santa Fe, con la familia y con militantes sobrevivientes del MIR, un movimiento fundado en 1965. "A los jóvenes que actúan hoy les voy contando la historia de un país dividido, desde los días de alegría extraordinarios con Salvador Allende hasta los días oscuros de la dictadura, pasando por el exilio y por el retorno clandestino, todo esto inserto en el presente, en la memoria en el presente", dijo Castillo a la agencia dpa.
La realizadora, que trabajó en el entorno de Allende, reside en Francia desde 1976 y comenzó a trabajar en este proyecto hace cinco años. La autora señala que la clandestinidad en Chile "fue una experiencia muy similar a la de la resistencia francesa contra el nazismo, y la de todos los combatientes de la resistencia contra el nazismo europeo, porque vivimos las mismas experiencias: la clandestinidad, la lucha armada, desigual, la tortura, la muerte, la sobrevida".
Para la realización de este documental de más de dos horas y media, Castillo ha contado con apoyos gubernamentales de su país. "Es una película chilena, pero hecha desde Francia", precisó.
La cinta, que se proyecta en la prestigiosa sección Una Cierta Mirada del certamen francés, todavía no se ha estrenado en Chile, donde la realizadora está impaciente por vivir el efecto que tendrá. "Es una película que está hecha para remover y transmitir la memoria de la resistencia en Chile y en el mundo. Es una película sobre la memoria", insiste.
Desde el fin del periodo de Pinochet como gobernante, el cine chileno no ha dejado de ofrecer diferentes muestras de revisitar aquella época y en los últimos años se han visto los documentales de Patricio Guzmán "Salvador Allende" o "Machuca", de Andrés Wood.
Castillo, que en Francia ha rodado varios documentales para la televisión, defiende este cine comprometido, pero duda que ayude a curar heridas. "No sé si la reconciliación es posible cuando a mí nadie me ha pedido perdón. Los militares no han sido juzgados, realmente juzgados, los cuerpos de los desaparecidos no se han encontrado, hay una dificultad enorme para hacer escuchar las historias de la resistencia", explica.
"Pero yo creo que la sociedad chilena las necesita y que el pueblo de Chile quiere conocerlas, reflexionarlas, pensarlas. Yo creo que es indispensable para que un país sea fuerte, para que una nación tenga fuerza, que en la cultura haya una transmisión de su historia. Y con mayor razón de una historia de lucha como fue la historia de la resistencia chilena", concluye Castillo.