CIUDAD DE MÉXICO.- Octavio Paz y otros intelectuales mexicanos fueron espiados por la policía política durante la Guerra sucia (1960-1980), según las fichas que han salido recientemente a la luz en virtud de la Ley Federal de Transparencia aprobada en 2002, informa "El País" en su sitio web.
Durante este período, la lucha del Gobierno mexicano contra grupos subversivos de izquierda y progresistas se extendió a la investigación de algunos intelectuales y artistas, según ha señalado el destacado periodista Julio Aguilar.
Aguilar ha tenido acceso en el Archivo General de la Nación a parte de los documentos de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), la policía política mexicana entre 1960 y 1985, equivalente a la CIA o al KGB.
El Archivo se encuentra en la que fuera durante años la cárcel de Lecumberri, donde estuvieron presos izquierdistas como Heberto Castillo y Valentín Campa, intelectuales como el escritor José Revueltas, y artistas como el muralista David Alfaro Siqueiros.
Aguilar encontró allí las fichas dedicadas, entre otros, a los escritores Octavio Paz, Salvador Novo y Juan José Arreola, y a los filósofos Eli de Gortari y Ricardo Guerra. La información era obtenida bien por agentes de la DFS, o por personas del propio entorno del espiado que colaboraban con la policía, destacó "El País".
"No era gente preparada", explicó Aguilar sobre los agentes, cuyos informes a menudo presentaban "humor involuntario", "precisión bastante vaga" y "mala voluntad", al magnificar declaraciones para justificar las sospechas sobre la persona.