El cellista chileno llega desde Estados Unidos para tocar los conciertos para cello y violín junto a la Orquesta Sinfónica.
Teatro Universidad de ChileSANTIAGO.- A los 17 años Emmanuel López partió de Chile para estudiar en la cátedra del eminente cellista y maestro Aldo Parisot en la Universidad de Yale, Estados Unidos, donde sus virtudes musicales se hicieron notar desde un comienzo.
Durante sus estudios en Yale ganó importantes concursos como el Primer Premio del Concurso Internacional "Debut", el Premio Virtuoso en la "Hudson Valley International String Competition", y luego el Concurso Internacional de Cello "Janos Starker-Aldo Parisot".
Son algunos de los galardones elegidos al vuelo de López, solista que esta semana, y por tercera vez en su historia, se integra como solista estelar a los registros de la Orquesta Sinfónica de Chile que presentará un homenaje al compositor alemán Johannes Brahms al celebrarse 110 años de su muerte.
Mi amigo Johannes
"La Orquesta Sinfónica de Chile es una de las mejores orquestas sudamericanas. Todos sus músicos están entre los más preparados del continente. Algunos de ellos son mis ex-compañeros de curso cuando éramos alumnos del Instituto de Música de la Universidad Católica. También, varios de ellos han ejercido estudios en el extranjero y han traído esa experiencia a Chile para beneficiar la comunidad musical del país. También yo me crié en la orquesta porque mis padres son músicos ex-integrantes y ellos siempre me llevaban a los conciertos", cuenta López en la antesala de su actuación.
Sobre el "Doble Concierto para violín y cello" de Brahms, que López interpretará junto al violinista nacional Álvaro Parra, el cellista aseguró tener un vínculo muy estrecho con el maestro alemán.
"Toda mi vida he tocado su literatura para cello y piano, incluyendo la sonata Op.78 que originalmente es para violín. También he tocado toda la literatura de música de cámara. Igualmente las obras sinfónicas. Ha sido una experiencia de la cual me siento muy privilegiado. También haber leído mucho acerca de Brahms me ha unido aun más a su visión musical. Lo considero como uno de mis mejores amigos".
Pero no sólo un asunto de amistad existe entre López y Brahms. El cellista considera al compositor que vivió entre 1833 y 1897 un referente universal.
"Su legado es multidimensional. Brahms componía en un estilo musical que muchos consideraban obsoleto. En ese entonces las fuerzas wagnerianas opositoras eran bastantes vociferas en su crítica. (Y también así lo eran los partidarios de Brahms contra Wagner.) Sin embargo Brahms demostró un gran sentido de convicción al seguir el camino que había sido establecido por Haydn, Mozart y Beethoven. Brahms estaba muy conciente de lo que significaba ser el heredero aparente de Beethoven. Es muy posible que esa fuera una de las razones por la cual era tan exigente consigo mismo, especialmente cuando se trataba de elegir cuáles de sus obras eran dignas de ser publicadas"