SANTIAGO.- A principios del siglo XX un coleccionista norteamericano adquirió momias y restos humanos en el norte de Chile. No le interesaba nada más: nada de cerámicas, artesanías o joyas. Sólo momias.
Con el tiempo esas momias llegaron al Museo Nacional del Indio Americano, en Estados Unidos, pero ahora regresarán a Chile. Tras gestiones de la comunidad indígena de Chiu Chiu y del Consejo de Monumentos Nacionales, todas las piezas regresarán a su respectivo lugar de origen durante el segundo semestre de este año.
Así lo confirma el secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales. "Viajamos con Edward Quintín (representante de la comunidad atacameña de Chiu Chiu) a Washington, nos reunimos con los directores del Museo y hoy estamos a punto de suscribir los convenios, que implican la repatriación de cuatro restos humanos: una momia de Chiu Chiu, una momia de Arica (no Chinchorro) y dos cráneos", enumera.
Acá los restos no serán expuestos en museo alguno, sino sepultados. "Hay una tendencia a que los restos humanos no sean expuestos, porque son los antepasados de las comunidades. Es como pensar que exhiban a tus abuelos", explica Óscar Acuña. En Estados unidos, de hecho, nunca fueron mostrados al público, sino que permanecieron guardados en una sala.
La sepultura, además, es parte de los requisitos solicitados por el Museo del Indio Americano para devolver las momias y cráneos, algo que se inscribe dentro de una política de la institución, de llevar las distintas piezas de ese tipo que están en su poder de regreso a su lugar de origen. Por lo mismo, son ellos los que financian la operación.
El valor de las momias es, a estas alturas, mucho más simbólico que de otro tipo. Así lo explica Acuña: "Como fueron sacadas en 1919 no hay un contexto de su naturaleza profunda, porque fueron separadas de otros bienes. Al coleccionista le interesaban sólo los restos humanos, por lo cual determinar su valor arqueológico hoy es prácticamente imposible".