El comediante y actor Bill Cosby está de cumpleaños.
AP
NUEVA YORK.- Desde su "The Cosby Show" hace ya unos 20 años, el cómico Bill Cosby se convirtió en una especie de padre sustituto de la nación estadounidense. En 198 entregas, enseñó cómo las familias pueden resolver los problemas de forma conjunta. La "sitcom" del pedagogo, productor, actor y cantante se convirtió en la serie más exitosa de la historia de la televisión.
Luego, Cosby se dedicó a escribir. Su primer título, "Fatherhood" (1986), se vendió más rápido que cualquier otro libro antes en Estados Unidos. En "Time Flies" (1988) profundizó en sus ideales educativos y otra vez encabezó la lista de bestsellers del New York Times.
Actualmente, Cosby, que hoy celebra su 70° cumpleaños, reprende personalmente a los estadounidenses. En un acto en su ciudad, Philadelphia, advirtió hace poco a los padres: "Deben enseñar a sus hijos lo que está bien y lo que está mal. ¿Cómo pueden ver que se matan los unos a los otros y sentirse tan bien en su piel?".
En Philadelphia fueron asesinadas en 2006 más de 400 personas. La mayoría de los actos violentos fueron atribuídos a jóvenes negros. A fines de junio, Cosby pidió expresamente a futuros maestros que nunca abandonen a un alumno y que entreguen a sus protegidos las herramientas vitales para no caer en la espiral de la violencia.
El propio Cosby creció en la pobreza en Philadelphia como hijo de un marinero. Ya a los 16 años entró al Ejército y terminó la escuela con un curso a distancia.
Para financiarse los estudios, trabajaba de camarero en un bar y entretenía allí a los clientes con monólogos cómicos. A pesar de que pronto recibió su primer trabajo de actor, decidió terminar sus estudios de todas maneras.
Lo que consiguió luego en su carrera de más de 40 años es considerado único en Hollywood. Cosby rompió las barreras raciales en la televisión estadounidense. En la serie policial "I Spy" fue en los años 60 el primer negro en un papel protagónico junto a un blanco (Robert Culp).
Es y sigue siendo en la actualidad el cómico más popular de Estados Unidos, que hasta hoy sigue llenando hasta el último lugar las salas en las que se presenta.
Delante de la cámara estuvo junto a estrellas como Raquel Welch en "Mother, Jugs and Speed" o con Sidney Poitier y Harry Belafonte en "Uptown Saturday Night" y "Let's Do It Again". Incluso triunfó como cantante pop: ganó ocho discos de oro y cinco Grammy.
Un golpe muy duro en su vida personal fue la muerte hace diez años de su único hijo, Ennis, en un atraco en California.