Un retrato de la escritora británica Jane Austen.
El Mercurio
LONDRES.- Que el mundo editorial se ha vuelto cada vez más complicado para los escritores noveles no extraña a nadie, pero que clásicos de la literatura como "Orgullo y Prejuicio", de la británica Jane Austen, hoy no serían publicados es una probabilidad que no dejaría de sorprender a los entendidos.
Así lo ha podido constatar un frustrado escritor británico, David Lassman, que sufrió en carne propia el rechazo de las editoriales al manuscrito de su novela "El templo de la libertad", y quien, para resarcirse, decidió desafiar a las empresas editoras y demostrar que ni siquiera los libros más populares de la historia de la literatura inglesa serían publicados hoy en día.
Lassman, que se considera un "vengador de los escritores noveles" que se han quedado por el camino, acudió a 18 editoriales con una versión "disfrazada" de tres novelas de Jane Austen: "Orgullo y Prejuicio", "La abadía de Northanger" y "Persuasión".
El escritor cambió los nombres de los personajes y presentó las novelas con el seudónimo de "Alison Laydee", modificaciones que parecieron pasar desapercibidas para los responsables de selección de manuscritos en las editoriales, ya que 17 de 18 a las que Lassman los presentó desestimaron la publicación de las obras sin advertir la "trampa".
La editorial Penguin, quien paradójicamente hace sólo un año publicó una reedición de "Orgullo y Prejuicio", describía esta "revisión" disfrazada del clásico como "realmente original y de interesante lectura", aunque no adecuada a sus intereses.
Por su parte, el agente literario Christopher Little, que representa a la autora de la saga Harry Potter, J.K. Rowling, dijo que la nueva versión de "Orgullo y Prejuicio" no ofrecía ninguna garantía como para que llegara a las manos de un editor.
Con respecto a "La abadía de Northanger", la editorial de las aventuras de Harry Potter, Bloomsbury, también desestimó su publicación por no "adecuarse a su lista" de títulos.
Ante esto, según Lassman, cabe preguntarse cuántos posibles clásicos del futuro se han quedado ya por el camino. "Me gustaría ver cómo le habría ido a Jane (Austen) en el mundo editorial de hoy día, ya que parece que no es tan popular", apunta el escritor en declaraciones a la agencia local de noticias PA.
La única editorial que se dio cuenta del "engaño" de "Primeras Impresiones", la copia disfrazada de "Orgullo y prejuicio", fue Jonathan Cape, cuyo editor adjunto, Alex Bowler, sugirió al escritor que se leyera la obra original de Austen para asegurarse de que su "cercano parecido" no llegaba a ser una copia casi literal.
Sin embargo, Liz Foley, directora editorial de Random House, la propietaria de Jonathan Cape, precisó que "lo que ha pasado no es sólo propio de las modernas editoriales, ya que 'Orgullo y prejuicio' fue también rechazada cuando se envió por primera vez en 1797 (a una editora) y no fue publicada hasta 16 años después".